La población creció sin que mejoraran los servicios | |
El antiguo edificio patrimonio del Restaurante El Calvario permanece en el abandono VENANCIO ALCÁZARES
Carmen Alviares, habitante del lugar desde hace 45 años, explica que la comunidad dispone de dos contenedores que son insuficientes para la cantidad de basura que se produce desde que se invadió una ladera de la montaña de El Calvario. Explica que quienes usan la carretera como camino alterno desde la parroquia Sucre, también dejan allí sus desechos, y cada vez que llueve, el cúmulo de desechos baja por el Paseo Independencia y queda toda la avenida cubierta de basura. Alexis Castellano, dirigente comunal, considera que la recolección debería hacerse casa por casa, porque el problema se presenta desde que la alcaldía colocó los contenedores. Ambos coinciden en que también existe un problema de colaboración de los vecinos por mantener la limpieza. "No hay colaboración de nadie. Antes cada quién barría un pedazo de la calle, pero desde la invasión nadie quiere ocuparse por la cantidad de desechos", lamenta Alviares, quien además indica que los vecinos más recientes, por vivir más lejos del contenedor, son desconsiderados y dejan en el lugar hasta animales muertos. Castellano también cree que otros servicios de la comunidad deben ser mejorados, como la renovación del alumbrado eléctrico (porque solo hay dos postes en toda la zona), y la extensión de una tubería de gas doméstico que evitaría la compra de bombonas. Alviares relata que cuando se mudaron a su casa, en los años setenta, su esposo solicitó a las autoridades el aprovechamiento de una toma de gas a 50 metros de la mayoría de las casas. Hoy día todavía los vecinos exigen esa obra. "A veces pasan 20 días sin que venga el camión del gas", reclama la vecina. Castellano agrega que como muchos habitantes son de la tercera edad tienen que desembolsar mucho dinero a personas que les cargan las bombonas a su casa desde El Silencio. Desconexión con autoridades Lecilia Rondón, residente de la comunidad, reclama que recientemente el Gobierno arregló El Calvario, pero no realizó mejoras en la urbanización. Castellano atribuye ese abandono, y el atraso de todas las obras necesarias, a la desintegración del Consejo Comunal Indepeniche, que desde hace tres años no funciona y nunca dejó algún beneficio con los recursos que recibiría. También reclaman que el módulo de la policía municipal asignado a la comunidad se encuentra alejado (en San Martín), teniendo a 50 metros otra sede que no les presta servicio por no pertenecer a su circunscripción. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario