¿Tu casa no se vende? Evita los errores más frecuentes | |
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El principal motivo por el que pensamos que nuestra vivienda no se está vendiendo hoy en día es la crisis económica, el stock de viviendas y la dificultad para obtener una hipoteca. Y no nos faltan razones. El número de compraventas ha caído un 68% desde el máximo histórico registrado en 2006, cuando se vendieron más de 250.000 viviendas en un trimestre. Según el Ministerio de Fomento, estas cifras hoy en día levemente superan las 80.000 transacciones. Sin embargo, en ocasiones la crisis inmobiliaria no es el principal motivo por el que nuestra vivienda no se está vendiendo.
Si queremos tener éxito debemos asegurarnos de que nuestro piso sea el más atractivo dentro de sus características para no ahuyentar a los posibles compradores que estén interesados. En este artículo os ofrecemos una serie de consejos para evitar los errores más comunes a la hora de vender nuestra vivienda.
Así, si dejamos a un lado la crisis económica por un momento, existen otros motivos por los que algunas viviendas no se venden y que en muchos casos tienen fácil solución. Se trata simplemente de posicionar nuestro inmueble como el más atractivo, por el factor que sea, dentro de la gran oferta que se puede encontrar en el mercado.
Algunos motivos seguramente ya los haya escuchado, sin embargo es bueno hacer repaso para estar convencidos de todas las opciones que tenemos para que la venta de nuestra vivienda sea un éxito.
1. Estás atrapado en un precio demasiado alto.
Uno de los motivos que puede estar provocando que nuestra casa no se venda es el precio. Es importante conocer el precio medio de la zona donde se ubica nuestro inmueble, así como saber a qué precios se están vendiendo los pisos similares al nuestro. Ofrecer un buen precio podría ser la solución para deshacerse de la vivienda en caso de que urja la venta. Otra posibilidad podría pasar por detectar las carencias de nuestra propiedad y reformarlas para que el estado de nuestra vivienda se ajuste más al precio que deseamos obtener.
Por otro lado, en muchas ocasiones se tiende a poner un precio elevado para tener margen para rebajarlo en una posible negociación con el comprador. Según la experta inmobiliaria Tara-Nicholle Nelson, se trata de una táctica peligrosa. Si a nuestra casa le ponemos un precio por encima de mercado podemos conseguir que se haga invisible para los compradores. Hay que apostar por precios realistas (en la media de la zona) y aun así habrá que ser flexible con el precio de venta.
Otra motivación que en ocasiones nos lleva a sobrevalorar nuestra vivienda es el deseo de obtener una cantidad determinada para poder hacer frente a la nueva casa que querríamos comprar, por ejemplo. Debemos olvidar para qué queremos el dinero y poner un precio realista para nuestra vivienda.
2. Tu casa no está totalmente expuesta al mercado
Otro motivo en el que debemos parar atención es en el posicionamiento de nuestra vivienda en el mercado inmobiliario. Es muy importante que todo posible comprador conozca nuestra vivienda, tenga pleno acceso a la información y le facilitemos que pueda visitar la propiedad. Poner trabas en alguno de estos sentidos podría desinteresar de forma inmediata a nuestro cliente.
No debemos limitarnos a anunciar nuestra vivienda in situ, con un cartel de ‘se vende’ que muchos ni siquiera se molestan en mirar. Una de las mejores opciones es anunciar nuestra vivienda en un portal inmobiliario, donde los compradores pasan mucho tiempo buscando su vivienda ideal.
Pero cualquier anuncio no será suficiente. Deberemos ofrecer una descripción detallada del inmueble facilitando el máximo de información relevante posible e incluyendo imágenes de la vivienda. Es importante que a la hora de tomarlas el piso se encuentre en las mejores condiciones de limpieza y orden posibles, así como elegir los mejores encuadres y horas del día para aprovechar la luz natural.
3. Tu vivienda tiene un problema que necesita resolver
Salvo raras excepciones, en la mayoría de las ocasiones los compradores prefieren encontrarse con una decoración sencilla y despersonalizada. Un proceso de limpieza y simplificación puede ser necesario. Será un dinero que gastaremos para vender más fácilmente, pero que no tiene que servir para elevar el precio de venta.
Frente a los problemas que no podamos solucionar, como la situación, la finca o reformas demasiado costosas, tendremos que conformarnos con bajar el precio de venta para que a los compradores les compense hacer una inversión pequeña.
4. No estás realmente listo para vender
Para los vendedores que están profundamente unidos a una casa no es de extrañar que ciertas ofertas por su vivienda les parezcan insultantes. Sin embargo en estos casos hay que desprenderse de las emociones y dejar de valorar la vivienda como un hogar y pensar únicamente en el precio que vale la propiedad.
Fuente: Fotocasa
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