La poca oferta de inmuebles potencia constantemente el precio de las viviendas. Gráficas: Archivo - See more at: http://diariodelosandes.com/index.php?r=site/noticiaprincipal&id=633#sthash.KVweKi8V.dpuf
La Cámara Inmobiliaria del estado Táchira reporta una baja superior al 70% durante el primer semestre de este año; al tiempo que una absoluta desaparición del mercado primario. La disminución es consecuencia de la escasa oferta y el notable incremento en el precio de los inmuebles.
Así lo dio a conocer Carlos Utrera, vicepresidente de la Cámara Inmobiliaria del estado Táchira, quien asegura que el costo promedio de una vivienda en la ciudad supera los 3 millones de bolívares, monto que asciende a entre 5 y 7 millones si está ubicada en algún complejo residencial privado.
“Los precios han aumentado notablemente. Esa cantidad de dinero no lo tiene cualquier persona, y los préstamos bancarios llegan a 500 y 600 mil bolívares máximo. Eso ha hecho que las ventas caigan significativamente, pero es consecuencia de la poca oferta en el mercado. La Ley de oferta y demanda así lo explica. Cuando hay baja oferta y alta demanda los precios suben”, comentó Utrera.
Con respecto al mercado de viviendas primarias, aseguró que su baja llega a 0%. “Los complejos habitacionales a punto de culminar ya tienen vendidas todas sus unidades. No hay disponibles para la venta. Además registran un retraso mayor a dos años. Debieron entregarse hace dos años y no se pudo debido a los problemas que afronta el sector construcción con la falta de insumos y materia prima”.
De igual manera está paralizado el alquiler de viviendas a través de empresas inmobiliarias, debido a la prohibición vigente de acuerdo a la Ley. “Legalmente no pueden alquilarse viviendas, por eso las inmobiliarias no estamos trabajando con ese mercado. Se están arrendando unidades fuera de la Ley, pero nosotros no podemos participar en ello”, explicó.
De acuerdo a los anuncios publicados en portales Web y diarios impresos, los cánones de arrendamiento para viviendas también han crecido de manera vertiginosa, así como las exigencias del arrendador. Por ejemplo, el alquiler de un apartamento tipo estudio en la ciudad es superior a los 3 mil bolívares, mientras el de un apartamento o una casa con entre 2 y 3 habitaciones supera los 4.500 bolívares.
A esto hay que sumar la exigencia de pago de seis meses de depósito y un mes adelantado. Esto quiere decir que para arrendar una vivienda se requieren al menos 24 mil bolívares disponibles.
Por su parte, el alquiler de locales comerciales se mantiene activo con la poca oferta disponible, y gracias al decreto emitido hace cerca de dos meses, el cual consiguió normalizar la situación. “Los arrendadores venían actuando de manera muy cautelosa, y con el nuevo decreto se logró normalizar el mercado. Se trabaja con la poca oferta disponible en el mercado, y la escasa oferta hace que los clientes cada vez nos suban los precios”, agregó el vicepresidente de la Cámara Inmobiliaria en el Táchira.
El panorama cercano no resulta alentador. Considera Utrera que hasta tanto no cambien las condiciones actuales del sector construcción, solo queda esperar mayor reducción en la oferta y precios más altos. Táchira tiene un déficit habitacional de 400 mil unidades, lo que quiere decir que siempre habrá demanda.
¡Imposible!
Los asalariados siguen siendo los más perjudicados del caso. Si para comprar una vivienda se requieren mínimo 2 millones de bolívares, el equivalente a 470 salarios mínimos, es decir, el dinero obtenido durante 39 años de trabajo ininterrumpido y sin gastar un bolívar; para alquilar un apartamento o vivienda la esperanza no es mayor. Se necesitan al menos 24 mil bolívares para cumplir las exigencias del arrendador, es decir, casi seis salarios mínimos. Pero luego, mensualmente, el inquilino deberá cancelar un salario mínimo y la tercera parte de otro para contar con un techo dónde pernoctar.
Fuente: Diario de Los Andes
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario