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Los precios del sector inmobiliario han aumentado en Dublín casi un 25% en agosto respecto al año anterior, y un 15% en el resto del país, según estadísticas oficiales. Ello recuerda a muchos irlandeses lo ocurrido a fines de los años 1990 y principios de los 2000, cuando los préstamos fáciles y baratos provocaron una multiplicación por cuatro de los precios, en cuestión de diez años.
Cuando la burbuja inmobiliaria estalló con la crisis financiera internacional de 2008, los precios se redujeron a la mitad, contribuyendo a devastar el sector bancario irlandés, finalmente rescatado gracias a un plan de la Unión Europea (UE) y el FMI.
En 2011, solamente 18.000 transacciones en el sector inmobiliario residencial se realizaron en el país. A este ritmo, "la vivienda promedio irlandesa cambiaría de propietario cada 100 años", afirmó recientemente el ministro de Finanzas, Michael Noonan.
Pero hoy, casi un año después de haber salido de este plan de rescate internacional, Irlanda ha recuperado una tasa de crecimiento inédita en diez años, el desempleo se reduce y las transacciones vuelven a cobrar fuerza en torno al "ladrillo".
El total de préstamos inmobiliarios concedidos en los primeros siete meses del año ha sido de 1.400 millones de euros, un importe superior en un 65% al del año pasado a la misma época.
Las imágenes de largas colas de aspirantes a comprar viviendas en un barrio del norte de Dublín, donde proliferan los nuevos inmuebles, condujeron a la prensa irlandesa a interrogarse si se asistía a la creación de una nueva burbuja inmobiliaria.
"He visto a compradores hacer una oferta ya desde la primera visita, e incluso yo misma cedí a la urgencia al querer dar una señal antes de haber visto siquiera los planos de una casa", relata a la AFP Karen Creed, una periodista recién llegada de París y que busca casa en su país para su familia.
La ley de la oferta y la demanda, dice el Gobierno.
El gobierno, que es a su vez el primer propietario del país, quiere lanzar un mensaje tranquilizador: según el primer ministro Enda Kenny, la reciente subida de precios obedece únicamente a la ley de la oferta y la demanda.
El experto Kieran McQuinn, del Instituto de Investigación Económica y Social (ESRI) de Dublín, considera por su lado que los precios habían bajado demasiado.
El precio promedio de una propiedad, que llegó a ser de 380.000 euros como máximo a fines de 2007, llegó a caer hasta 171.000 euros el año pasado y subió desde entonces a 187.000 euros, según el sitio internet especializado Daft.ie.
"La corrección del mercado era muy fuerte y el precio del ladrillo estaba infravalorado. Sencillamente, el buen entorno económico y la sólida demanda alimentan el alza de los precios", explica.
El ESRI estima que es necesaria la construcción de 25.000 viviendas cada año para satisfacer la demanda, un objetivo aún difícil de alcanzar debido a las reticencias de los bancos a lanzarse en proyectos de gran envergadura.
De momento, las autoridades se dedican, junto a los promotores, a terminar las llamadas "ciudades fantasma" que quedaron sin terminar tras el derrumbe del sector. En 2010, había unos 3.000 proyectos de este tipo inacabados, sin agua, sin electricidad o sin desagües.
Fuente: teinteresa.es
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