Un promotor inmobiliario se propone transformar la Villa Olímpica construida en tiempos de Adolf Hitler.
Después de haber albergado a estrellas del atletismo y a soldados soviéticos, los edificios construidos para los Juegos Olímpicos 1936 en las afueras de Berlín están teniendo una tercera oportunidad como viviendas para ciudadanos de ingresos medios.
Un promotor inmobiliario se propone transformar la Villa Olímpica construida en tiempos de Adolf Hitler y utilizada por la Unión Soviética como barracas después de la derrota Nazi en 1945- y donde el corredor estadounidense Jesse Owens vivió mientras ganaba cuatro medallas de oro- en casas adosadas y departamentos.
El proyecto de restaurar el complejo en ruinas, situado en Wustermark, a unos 11 kilómetros (7 millas) de los límites de la ciudad de Berlín, forma parte de un auge de la construcción en la capital alemana en tanto sus habitantes huyen de los precios más altos en el centro.
Esta afluencia está trayendo nueva vida a los pueblos alemanes del este, muchos de los cuales han tenido problemas debido a la disminución de sus poblaciones en los 25 años transcurridos desde la reunificación.
“Muchas familias de Berlín se están mudando aquí”, dijo Holger Schreiber, de 53 años, ex empresario que actualmente es alcalde de Wustermark. “Cuando yo crecía aquí de chico eran todos campos y fincas”.
Los costos inmobiliarios de Berlín han subido más que en cualquier otra ciudad alemana grande en los últimos cinco años, conforme los precios avanzaron 38% y los alquileres aumentaron un 30%.
Los aumentos derivan de un mercado de la vivienda ajustado, ya que a esta ciudad de 3.6 millones de habitantes han llegado 45,000 nuevos residentes desde el 2011.
El ritmo acelerado sorprendió a los promotores inmobiliarios, que ahora se apresuran a satisfacer la demanda.
Auge en Brandemburgo
Los precios en alza están llevando a las familias a trasladarse más lejos a localidades en el estado de Brandemburgo, que fue separado de Berlín occidental durante la Guerra Fría.
Las comunidades de Brandemburgo adyacentes a la capital han sumado 20,000 habitantes en los últimos cinco años, atraídos por las propiedades inmobiliarias baratas, los bosques y lagos de la zona y las líneas de transporte construidas en los 25 años transcurridos desde la caída del Muro.
En Wustermark, 400 personas se mudaron a este municipio solamente en 2014, elevando la población a 8,400 habitantes. Entre los recién llegados este año se cuentan Helena von Hutten y su marido, que es subastador en Berlín.
El mes pasado firmaron un contrato para comprar una casa de dos pisos de 1920 con un establo de ladrillo. El viaje en tren hasta el centro de Berlín les lleva 32 minutos. “Las personas con ingresos normales como nosotros debemos buscar fuera de Berlín, donde es más barato”, dijo von Hutten, de 29 años, ama de casa madre de dos hijos.
Wustermark emitió 176 permisos de obra el año pasado, contribuyendo a un aumento de 20% de los permisos en Brandemburgo, según datos gubernamentales. Los nuevos proyectos en la zona van desde grandes inmuebles de departamentos accesibles hasta mansiones lujosas.
Fuente: gestion.pe
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