La torre de Pisa no deja de enderezarse | |
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Pero la rectificación no es un milagro, se trata de un efecto a largo plazo de un proyecto de restauración de 11 años que concluyó en 2001. Hasta entonces, la torre de 56 metros de altura, se inclinaba a la velocidad de un milímetro al año, lo que con los años la hubiera llevado al colapso y a su derrumbe. Y es que si en el año 1350 la torre estaba inclinada en tan solo 1,4 metros, en 1817 la inclinación ya llegaba a los 3,8 metros, y se situó en la preocupante inclinación de 5,4 metros en 1993. La torre, de 14.500 toneladas de peso, se cerró durante una década, mientras que se reforzaban las bases y se colocaban unos cables de acero de apoyo alrededor de la estructura. Después de que este proyecto de 25 millones de libras, la torre se enderezó casi inmediatamente 38 centímetros. Ahora, un estudio realizado por un comité científico encargado de vigilar el edificio ha confirmado que el campanario no solo es estable, sino que tiende a enderezarse. Al respecto, el ingeniero estructural explicó que "La torre se mueve. Se está enderezando hacia el norte. Entre 2001 y 2013 ha recuperado 2,5 cm de su inclinación". Pero este efecto no le quitará a la famosa torre de Pisa toda su inclinación. De acuerdo con los estudios realizados, “la torre seguirá enderezándose algunos milímetros más y luego se estabilizará antes de empezar a inclinarse de nuevo, pero a un ritmo mucho más lento que antes”. De hecho, si la torre continúa inclinada es porque así se quiere, ya que según los técnicos sería posible enderezarla por completo. Pero la torre mueve a seis millones de visitantes cada año, que compran tres millones de entradas para subir sus ocho plantas.
Fuente: Fotocasa
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