domingo, 8 de septiembre de 2013

INTERNACIONALES: CHILE

Chilenos deben arrendar una vivienda un promedio de 14 años para poder pagarla
Foto: Google
En el mercado inmobiliario señalan que aún existe un boom, con aumento de personas buscando una propiedad, alzas en los precios de las viviendas y una oferta de inmuebles en descenso. Más personas buscando una propiedad, una menor oferta de viviendas, cierres de contratos de arriendo o venta más rápidos y precios crecientes. Esos son los ingredientes del cóctel que tiene al sector inmobiliario local viviendo un boom. 

En este escenario, quien adquiere una propiedad en Chile y quiere arrendarla para pagar el dividendo, deberá mantenerla alquilada en torno a 14 años para recuperar la inversión. 

Ese período es el tercero más bajo entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), bloque donde se registra un promedio de 23 años de arriendo para pagar una propiedad. 

Así lo señaló un estudio de Portalinmobiliario, que considera datos propios en cuanto a precios de arriendo y venta de viviendas en UF por metro cuadrado en el Gran Santiago, junto con antecedentes de Global Property Guide. Los resultados fueron entregados ayer en un seminario ante corredores de propiedades.

El país donde se requieren menos años de arriendo para pagar una vivienda es Nueva Zelandia, con un total de 12 ejercicios. Le sigue México con 13 años. En el otro extremo del listado asoma el Reino Unido, donde se necesitan 48 años. 
El product manager de análisis inmobiliario de Portalinmobiliario, Nicolás Izquierdo, afirmó que los años de arriendo para pagar el precio de una vivienda en Chile se han mantenido estables en los últimos ejercicios, lo que “habla de una demanda sana”. Ello, porque revela que existen personas que están demandando vivir en un determinado lugar, en medio de una oferta restringida. 

El director regional de Re/Max Chile, Víctor Danús, afirmó que los 14 años promedio que muestra Chile en comparación con otros países de la OCDE, muestran que el mercado inmobiliario exhibe un “absoluto dinamismo”. Izquierdo sostuvo que el boom no ha decaído. 

Danús agregó que para quien tiene una propiedad, las condiciones son ideales tanto para venderla como para ponerla en arriendo. “Debido al mayor ingreso per cápita de las personas, hay algunas que tienen más disponibilidad de recursos para comprar, mientras que otras que se están independizando, quieren arrendar”.

La oferta de viviendas actualmente es más acotada que hace tres años. Al primer semestre de 2013, el stock de viviendas de las inmobiliarias en el Gran Santiago se agotaba en 12 meses, mientras que en 2010 eran 20 meses. 

A la vez, la cantidad de personas buscando una propiedad se ha duplicado desde 2007. Ese año, se registraba 0,4 interesados por vivienda usada publicada a la venta, mientras que a julio de 2013 la cifra subió a 1,1 individuos. Un alza semejante en ese lapso exhibe el número de personas que buscan un arriendo.

Por otra parte, se ha reducido el número de días en que permanece publicada una vivienda usada en venta. En 2009, en la Región Metropolitana estaba 145 días en el mercado antes de que alguien la adquiriera, cifra que bajó a 90 días en 2012 y 64 días en julio de este año.

En el caso del arriendo, hace cuatro años una propiedad estaba 85 días en oferta antes de que se concretara su alquiler, mientras actualmente son 62 días.
En materia de precios, las viviendas usadas a la venta en el sector oriente de Santiago tienen valores de 61 UF por m2 en casas y de 54 UF por m2 en departamentos, lo que representa un alza de 9% y 14%, respectivamente, desde el tercer trimestre de 2012. Los valores de arriendo en UF por m2 durante ese mismo lapso han avanzado entre 8% y 13%, en casas y departamentos, respectivamente.

Contribuciones

El aumento de las contribuciones, y el que se produciría en 2014, no ha mermado el interés por adquirir una vivienda, aseguraron en Portalinmobiliario.

Víctor Danús de Re/Max descartó que ese factor genere desincentivos para comprar una propiedad. “La gente necesita dónde vivir, es una necesidad”, dijo.

El ejecutivo añadió que es improbable que los dueños de viviendas alquiladas 
traspasen a precio estos aumentos en las contribuciones, pues “sería gravar al arrendatario con un tema que le corresponde a los propietarios”. Esto debería descontarse de la rentabilidad del negocio.
Fuente: economiaynegocios.c

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