Fuente: Editorial Metroscubicos
Si estás considerando un proyecto de renovación hazte las siguientes preguntas: ¿es el momento? ¿Vale la pena el esfuerzo y la inversión? ¿Obtendré un beneficio, o solo lo estoy haciendo por el placer de ver el resultado final?
Paso 1. Calcula el valor actual de tu casa
Para tomar una decisión informada sobre si la renovación es idónea, el primer paso es calcular el valor actual de tu propiedad.
Contacta a un agente de bienes raíces, él te puede dar una idea aproximada o puedes solicitar formalmente un avalúo. El costo es variable pero, en promedio, el avalúo de una casa con valor de un millón de pesos cuesta 3,000 pesos.
Recuerda que en un bien construido se toma en cuenta la localización del inmueble, los metros cuadrados, el tiempo de uso, la calidad de los acabados y el mantenimiento.
Paso 2. Investiga cuánto valdría tras la remodelación
El siguiente paso es averiguar en cuánto se vendería después de hacerle las mejoras. Esto se puede investigar con un agente de bienes raíces. Haz una comparativa con inmuebles de tamaño similar al tuyo y que se ubiquen más o menos en la misma área.
Lo ideal es que esas viviendas hayan sido remodeladas o que, por lo menos, tengan mejores terminados que tu casa (sin pasar todavía por el proceso de renovación).
Podría ser un proceso largo, pero este tipo de investigación te ofrece una idea clara del panorama. Cuando lo hayas hecho, sabrás con exactitud lo que estás buscando con la venta o, en todo caso, reevaluar tus intenciones.
Paso 3. Haz tu presupuesto
Remodelar tu vivienda no sólo ayuda a optimizar tu comodidad, a veces con una inversión de 10% del valor la propiedad, se puede aumentar el mismo hasta 40%. Pero para ello, debes manejar tus recursos de forma inteligente.
La calidad y el tipo de acabados determinarán ese incremento, aunque también dependerá de la zona remodelada: la cocina y el baño son puntos clave pero hay que tener sumo cuidado. Es necesario que te plantees si la renovación que tienes planeada sobrepasará el valor de la vivienda. Lo importante es no exagerar y sacarla involuntariamente del mercado.
Por ello el paso tres es hacer un presupuesto: es preciso saber cuánto dinero deseas gastar en la remodelación. Quizá ya tengas un aproximado de los gastos, pero si no es así, lo más recomendable es que analices qué es lo que se va a modificar y cuánto capital se puede llevar. Esto implica cotizaciones de mano de obra y de los materiales que se requerirán. No olvides que al momento de solicitar varias cotizaciones, también hay que tomar en cuenta el plazo de garantía que te ofrezca cada una.
Paso 4. Realiza el cálculo
Si aun con todos los ejercicios que has hecho no te sientes seguro, existe una opción que te puede ayudar. El beneficio potencial de los resultados de renovación se puede resolver con la siguiente fórmula:
Valor potencial de la propiedad renovada, menos el valor actual de la misma, menos los costos estimados de remodelación, menos otros costos (como los seguros, los costos de operación y los gastos de venta). Esto es igual al beneficio o la equidad potencial.
Recuerda que el beneficio resultante cambiará si inflas el costo de renovación o si calculas mal el valor potencial de tu propiedad. Por ello, lo mejor es establecer contacto con profesionales del rubro, agentes inmobiliarios, un contratista y hasta con varios proveedores para asegurar que tu estimación sea tan confiable como sea posible.
Además, necesitas estar seguro de que podrás dedicar tiempo y esfuerzo suficientes para esta tarea y descubrir de esa forma si renovar sigue siendo buena idea o si es más una potencial pérdida de ingresos.
Cuando hagas números y estés realmente satisfecho con los resultados, prepárate para enfrentar cierto nivel de riesgo y comprométete con el proyecto. Con una buena gestión, planificación y ejecución, no solo obtendrás un beneficio, sino que también generarás en ti un auténtico sentimiento de logro. ¡Te deseamos la mejor de las suertes!
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