Fuente: Editorial Metroscubicos
De acuerdo con el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, la demanda de divorcios exprés aumenta durante el mes de agosto, mientras que en diciembre, es la época donde menos casos ingresan. Aunque no existe una explicación, tales rupturas coinciden con vacaciones escolares e institucionales.
En los casos de separación, la existencia de un crédito a medio pagar es un inconveniente que se debe resolver, independientemente de que la hipoteca sea conyugal o individual.
¿Por qué es igual?
Aunque el crédito sea individual, la ley supone que una parte se ha pagado durante el matrimonio y que, de alguna manera, ambos han contribuido a que los pagos se hagan en tiempo y forma.
La situación del crédito no cambia en nada con un divorcio. Se mantienen los acuerdos del contrato, a menos que el juez emita una orden para cambiarlos y determine quién seguirá pagando y de quién será la propiedad cuando se liquide. Una vez que se emita el acuerdo legal, la expareja debe acudir a una institución financiera para hacerlo efectivo.
Sugerencia de los expertos
Los especialistas indican que más allá de las implicaciones emocionales de un divorcio, todo acuerdo verbal de división de bienes debe adquirir el estatus de convenio legal. En él se debe señalar quién seguirá pagando la hipoteca y se debe firmar la cesión de derechos acordada para determinar quién se quedará con la casa ya pagada.
Alternativas y más consejos
- Si la hipoteca es conjunta y ambas partes están pagando, se puede seguir con este esquema hasta el término del crédito.
- Es necesario establecer a nombre de quién se quedará el bien y si una de las dos partes comprará a la otra.
- Si la hipoteca está a nombre de uno de los dos, legalmente la responsabilidad del crédito recae sobre esa persona y el bien inmueble estará a su nombre. Aun así, se puede decidir quién va a vivir en el bien.
- Deben considerar si podrán seguir pagando la mensualidad, más lo que uno de los dos deba cubrir por rentar el nuevo lugar donde vivirá.
- Es necesario que analicen más allá del aspecto financiero, si uno de los dos de verdad quiere la casa. Aferrarse a ella por enojo o cederlo por evitar problemas evitar problemas, puede resultar en problemas financieros y emocionales.
- También se puede optar por vender la casa, lo importante es no malbaratar y para ello se deben tomar el tiempo necesario, apresurar las cosas no es recomendable.
- La forma de hacer que un divorcio sea lo menos desgastante en términos económicos y legales, es llegar a un mutuo acuerdo. No traducir tu decepción emocional en aspectos materiales, facilitará el proceso, te evitará gastos mayores y más desgaste emocional.
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