Recomendaciones para superar un fracaso en los negocios
¿Cuántas veces fracasó? Es la pregunta que suelen realizar potenciales inversores a un emprendedor. Pero, ¿en verdad es una clave para pronosticar el desenlace de su futuro proyecto?
Según un estudio de la Universidad de Harvard y, a diferencia de lo que muchos piensan (incluso renombrados inversores de Silicon Valley), los emprendedores que fracasan no tienen mayores probabilidades de tener éxito en el próximo plan, comparados con aquellos que emprenden por primera vez.
Por otro lado, el mismo estudio demuestra que para aquellos que tuvieron éxito en el pasado, sí es probable que se mantengan en la misma línea favorable.
La análisis que se desprende es simple: un emprendimiento fallido seguramente te enseñará qué no hacer, pero no te podrá decir qué sí hacer para tener éxito en el futuro. En cambio, quienes lo alcanzaron en el pasado, ya lograron decodificar cómo hacerlo, según consignó América Economía.
Sin embargo, los fracasos templan el espíritu por lo que uno aprende a evitar que la frustración lo envuelva. Está de moda hablar de resiliencia, que refiere a la capacidad de afrontar, sobreponerse y superar situaciones adversas. Los americanos lo llaman el “bounce back factor”, ofactor de rebote y recuperación.
¿Por qué fracasan los emprendedores? Aparentemente son tres causas principales: mercado, equipo y ejecución. No hay un mercado dispuesto a comprar la “genialidad” ofrecida como producto, o si lo hay, la incapacidad está en venderlo; nula o mala conformación de un equipoemprendedor, lo que lleva a problemas entre los socios; e inadecuada ejecución durante el proceso que se traduce en resultados pobres.
Si bien algunos agregarían la falta de liquidez, por lo general suele ser consecuencia, y no causa, de las tres anteriores, según informó América Economía.
Si 2013 arribó con un emprendimiento fallido, a continuación el especialista uruguayo en emprendimiento Santiago Aramendia presenta una pauta de cinco pasos para ayudar a recuperarse y comenzar nuevamente. Algo que con el fin de año retoma sentido.
1) Minimizar las pérdidas: si el Titanic todavía no se hundió completamente pero uno siente que ya está perdido, los esfuerzos deben apuntar a salvar lo más que puedas, decidiendo y actuando rápido y con firmeza.
2) Hacer luto, pero enterrarlo pronto: de nada sirve lamentarse eternamente por lo que pudo haber sido, echando la culpa a los demás o a las circunstancias.
3) Realizar un balance: si uno no logra extraer algo positivo de la experiencia, en forma de aprendizaje, tal vez le convenga retornar a su antiguo empleo.
4) Recuperar el autoestima: nunca se debe perder la pasión por lo que uno realmente ama hacer, ya que es el combustible que lo motivará (léase, moverá) a levantarse cada mañana con ánimo para demostrarse (primero siempre a uno mismo, luego al resto del mundo) de que puede triunfar, disfrutando y siendo feliz, a lo largo del camino.
5) Montar nuevamente: en la medida que encuentre una nueva oportunidad en el mercado, emprenda de nuevo; pero esta vez: mejor acompañado, con menos recursos y más rápidamente para que descubra pronto si su concepto vende o no vende.
Un fracaso es algo que no funcionó, mientras un fracasado es quien deja de intentarlo.
Las nuevas metodologías promueven el “try fast, fail fast, fail cheap, and repeat” (prueba rápido, fracasa rápido y barato, e intenta de nuevo). Muchos pequeños fracasos son mucho más beneficiosos que un gran fracaso.
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