jueves, 27 de febrero de 2014

Venezuela: Regresa el Dólar Permuta: ¡Entre antes de que se agote!

  

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(Fuente:  ALTAG)

¿Quién gana? ¿Quién pierde? Al final, el Gobierno decidió retroceder a toda marcha al régimen cambiario que había en 2010, al legalizar, con ciertas condiciones, un mercado de permuta de títulos para obtener divisas.
 
Se espera por el nuevo cuerpo de convenios cambiarios entre el Banco Central de Venezuela y el Ministerio de Finanzas para que se inicien las operaciones, posiblemente después del largo feriado que une la conmemoración del “Caracazo” de 1989 y los carnavales.
 
Fuentes políticas cercanas al oficialismo reconocen que lo que se hizo fue “rendirse ante la evidencia”, pues los indicadores de desabastecimiento y escasez se agravan de manera alarmante, al punto que, en el sector oficial, estiman que la escasez podría pasar de 30% en febrero, y la inflación subiría a 4% o 5%.
 
Mostrar estos datos sin una respuesta de política económica no parece recomendable; sin embargo, no fue fácil llegar a la decisión que se materializa en la Gaceta Oficial Extraordinaria Nª 6.126, puesto que siguen abiertos frentes de conflicto con quienes piensan que esta decisión solo servirá para profundizar la “sangría” de divisas que se produjo entre 2011 y 2013.
 
Sin embargo, los dilemas del Gobierno son muy complejos: ¿proteger las menguadas reservas a “cal y canto”, mientras suben alarmantemente la escasez y la inflación? Hay que tomar riesgos. Por eso, la reedición de las operaciones de permuta de títulos no será tan libre como antes de 2010, y se mantienen fuertes sanciones para las que se consideran violaciones destinadas a especular con la moneda estadounidense.
 
Para algunos, este será “un experimento”, que será más controlado o, eventualmente, desaparecerá, como Cadivi o el Sitme, si el Gobierno juzga que hay un “ataque” contra el bolívar, o si percibe distorsiones graves.
 
Hasta ahora, no hay detalles sobre el tamaño del mercado; no obstante, las deudas por liquidaciones atrasadas, dividendos retenidos, gastos de empresas mixtas petroleras y expropiaciones que afectan a empresas extranjeras superan los 56.000 millones de dólares, más del doble del total de reservas internacionales.
 
De manera que, más allá de que el Gobierno lance un nuevo mercado donde actores públicos y privados pueden ofrecer y obtener divisas, a través de la permuta de títulos en bancos y casas de bolsa, parece muy poco probable que pueda generar la oferta suficiente para cumplir con los compromisos más urgentes, que suman entre 20.000 y 25.000 millones de dólares, por lo que habrá que “organizar” el suministro de dólares, a través del Sicad II.
 
La recomendación es evidente: al ser un mercado con una oferta restringida, hay que entrar tan rápido como sea posible.
 
¿POR QUE AHORA?
 
Venezuela enfrenta un clima de creciente crispación política desde el 12 de febrero. Al cierre de esta nota, ya se han registrado 15 muertos, no menos de 500 heridos y más de 700 detenciones, según los registros más confiables. Este cuadro no muestra síntomas de reflujo, sino todo lo contrario.
 
Ante el hecho de que la respuesta represiva no ha sido todo lo exitosa que muchos en el Gobierno esperaban, y la intervención de grupos armados supuestamente pro-Ejecutivo contra manifestantes, tampoco ha servido como elemento de desmovilización, la administración Maduro reconoce que debe bajar la tensión sobre la economía.
 
Aunque limitada y poco sostenible, este mercado de permuta relanzado es una señal que va en ese sentido.
 
Lo que espera el Gobierno es que las importaciones se dinamicen. La dependencia de la economía nacional de los mercados externos es, en promedio, superior a 60%, un factor que se ha venido agravando en los últimos 5 años, de manera que si no llegan oportunamente los productos, los inventarios van a menguar de una manera que puede ser políticamente muy peligrosa.
 
De hecho, el gremio de los comerciantes, Consecomercio, ya ha venido haciendo advertencias sobre la debilidad de las existencias en la mayoría de los subsectores y señala que la situación de conflicto que se vive en Caracas y otras ciudades del país puede afectar, aun más, la capacidad de suministro a los establecimientos detallistas.
 
Así que el Gobierno, después de muchas discusiones y abiertos desencuentros, no tuvo más remedio que, en los hechos, reconocer el error de desmontar el mercado de permuta en 2010, y destruir más de 80% del mercado de capitales.
 
Nadie pide disculpas, por supuesto, pero habrá que ver cómo opera este nuevo mercado que, por lo pronto, trae algo de esperanza a los alicaídos empresarios, tal como lo asoma el cauto optimismo de sus gremios más representativos

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