miércoles, 27 de enero de 2016

El valor total de las propiedades inmobiliarias del mundo alcanza los 200 billones de euros en 2015

Edificio histórico vendido recientemente en Madrid capital. BERNARDO DÍAZ
 Esta cifra representa el 60% de activos de inversión convencional, lo que constituye un importante depósito de la riqueza nacional.

El 75% del valor total de la propiedad inmobiliaria global, que supera en 2,7 veces el PIB mundial, corresponde al sector residencial.

El valor total de las propiedades inmobiliarias del mundo alcanzó la cifra de 217 billones de dólares (unos 200 billones de euros) en 2015, según el cálculo de la consultora inmobiliaria internacional Savills. El análisis contempla el universo completo de bienes raíces, incluido el inmobiliario terciario y residencial, así como las tierras de uso agrícola y forestal.

De este modo, el valor de los bienes inmuebles superó en 2,7 veces el PIB mundial, representando en torno al 60% del valor total de los principales tipos de activos de inversión convencional, lo que constituye un importante depósito de la riqueza nacional, corporativa e individual. El 75% del valor total de la propiedad inmobiliaria mundial corresponde a residencial, por lo que se estima que la cotización de todas las viviendas del mundo ascendería a 150 billones de euros.

Yolande Barnes, directora de análisis global en Savills, esclarece que "para contextualizar el dato, el valor de todo el oro extraído en el mundo es de unos seis billones de dólares (5,5 billones de euros). En comparación con el valor del inmobiliario, el oro palidece en una proporción de 36 a 1."

Barnes añade que "el valor total de la propiedad inmobiliaria excede -en casi un tercio- el valor total de las acciones negociadas a nivel global y de los instrumentos de deuda titulizada juntos". "Esto pone de relieve", añade, "el importante papel del sector en las economías de todo el mundo".

Según esta experta, "el inmobiliario es la clase de activo preeminente que se verá más afectado por las condiciones monetarias mundiales y por la actividad inversora; y a su vez, es el que tiene el mayor poder de impacto en las economías nacionales e internacionales."

En los últimos años, la expansión cuantitativa y los tipos de interés bajos han comprimido los rendimientos inmobiliarios y alimentado el interés por los activos inmobiliarios a nivel mundial. La actividad inversora y el aumento de capital para invertir han estado muy presentes en los principales mercados inmobiliarios del mundo, derivando en incremento de precios en muchos casos.

En general, el componente principal del valor global inmobiliario son las casas en las que se vive, cuyo valor supone un total de 162 billones de dólares (150 billones de euros), según Savills. El sector residencial tiene la mayor extensión de propiedad con aproximadamente 2.500 millones de hogares y está más estrechamente vinculado con la riqueza de la población.

El valor de bienes residenciales se distribuye ampliamente en consonancia con el tamaño de las poblaciones prósperas: China representa casi una cuarta parte del valor total, que contiene casi una quinta parte de la población mundial. Sin embargo, el peso del valor se encuentra en occidente. Más de una quinta parte (21%) del valor total de los activos residenciales del mundo está en América del Norte a pesar de que sólo el 5% de la población vive allí.

La tendencia dominante de las naciones occidentales es más pronunciada en los mercados terciarios, donde casi la mitad del valor total de activos se encuentra en América del Norte. Europa supone una cuarta parte, mientras que Asia y Oceanía contienen el 22%, dejando sólo el 5% para América del Sur, Oriente Medio y África.

El valor de propiedades comerciales informales típicas de barrio -talleres, espacios de trabajo, tiendas y locales de pequeñas empresas- no está incluido en el cálculo ya que no forman parte del universo de inmuebles comerciales de alta calidad que constituyen los mercados inmobiliarios terciarios, pero son componentes importantes de crecimiento económico y prosperidad, especialmente en mercados emergentes. Son casi imposibles de valorar a nivel global, pero tienen un enorme potencial para futuras inversiones según maduren las economías y se vayan desarrollando los mercados inmobiliarios que se desarrollan dentro de ellas, sumándose al stock global.

En 2015, y por primera vez, se incluye también en la medición de Savills el valor de tierras agrícolas y forestales, estimado en 26 billones de dólares (24 billones de euros), de los cuales alrededor del 30% corresponde a inversión corporativa e institucional. La mayor parte de las tierras agrícolas y forestales es propiedad de entidades no inversoras, para explotación y uso propio especialmente en las economías emergentes donde se trata de un sector con gran potencial de desarrollo y de inversión.

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