viernes, 22 de enero de 2016

Trucos simples para decorar el dormitorio de los más pequeños

 Las construcciones actuales son cada vez más pequeñas, así se pueden hacer más viviendas y los constructores ganan más dinero.

Pero lejos de empobrecer la decoración, el ingenio ha aumentado a medida que se recortaban los metros cuadrados. De esta forma hemos visto apartamentos de diseño en 30 metros o cómo la cocina formaba parte de la sala. A continuación, algunos consejos para decorar un dormitorio pequeño aprovechando el espacio al máximo.

Colores: El blanco debe ser el color más recurrente en la decoración. Lo ideal es pintar las paredes de este tono para ganar luz y claridad. Actualmente, en el mercado encontramos pinturas que nos ayudan a que la luz se refleje mejor y la sensación de espacio sea mucho mayor.

Si no nos gusta el blanco o nos resulta muy sobrio, podemos jugar con las rayas. Tanto si las pintamos como si las usamos en papel pintado debemos saber que siempre tienen que tener colores claros. Asimismo, mientras que las horizontales ensanchan visualmente la estancia, las verticales elevan los techos.

Suelo: El suelo siempre debe ser el mismo en toda la estancia, puesto que esto nos ayuda a dar sensación de homogeneidad y potenciar la sensación de continuidad. Aunque tengamos diferentes alturas en la habitación es importante respetar el suelo.

Mobiliario: La cama canape (con espacio de almacenaje) es uno de los puntos imprescindibles en nuestra habitación. En este espacio hueco podemos guardar, por ejemplo, toda la ropa de cama y las toallas.

Si verdaderamente contamos con muy poco espacio o la habitación está integrada en el resto de la sala, podemos optar por sofás camas o futones. Al mismo tiempo, lo mejor será separarla del resto con un panel de cristal o un biombo para no cortar el paso de la luz.

El mobiliario también se está adaptando a las nuevas necesidades. Cada día es más sencillo encontrar mesas de luz o de noche o cómodas más estrechas para no ocupar tanto espacio. Asimismo, cada vez se opta por evitar el modelo clásico de dos mesitas en busca de soluciones más creativas.

Por último, el armario o placard se convierte en la pieza principal en lo referente a orden. Antes de diseñar el nuestro debemos pensar en nuestras necesidades y en el tipo de ropa que tenemos. Actualmente, la oferta de accesorios para ganar espacio es muy amplia.

Estanterías y baldas: Se pueden ubicar sobre el cabecero de la cama (o a modo de cabecero). En ellas se pueden poner libros, objetos que se necesiten tener a mano o incluso una pinza tipo flexo que aporte un punto extra de luz. Los estantes son una idea genial para tener superficie extra.

Espejos: Los espejos siempre son idóneos para potenciar el espacio y la luz. Dentro del dormitorio podemos ponerlos en la pared del cabecero o sobre la cómoda simulando un tocador.

Textiles: La luz siempre es importante en decoración, pero en el caso de un dormitorio reducido es mucho más importante. Por ello debemos usar tejidos livianos que permitan el paso de la luz o screen.

Lo mejor es inclinarnos por una base blanca y dar color a través de detalles más pequeños como los almohadones o una manta a los pies de la cama.
Iluminación natural: Al igual que los colores claros, la iluminación natural contribuye a que una estancia parezca más grande. Procurá aprovechar al máximo las horas de luz, dejando que pase con cortinas ligeras para que el cuarto esté más iluminado y parezca más amplio.

Hay muchas habitaciones pequeñas que ni siquiera tienen ventanas, y también en ese caso hay trucos para decorarlas. Lógicamente, no podrás potenciar la luz natural, por lo que debés centrarte en la artificial. Será imprescindible poner una lámpara de mesa y una de techo, siendo opcional otra de pie si hubiera espacio para ello. Podés utilizar luz cálida durante el día y fría durante la noche.

Fuente: eltribuno.info

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