martes, 12 de abril de 2016

Argentina: Edificios eléctricos, el negocio de los desarrolladores

Fuente: ambito.com
   El 70% de los edificios que se construyen en la Ciudad de Buenos Aires son eléctricos. Se trata de un fenómeno que crece de la mano de los desarrolladores que eligen esta nueva tecnología que responde a las necesidades de los compradores de hoy. Se trata de edificaciones más seguras y por sobre todas las cosas obras más económicas, en donde la relación entre la superficie total y la superficie rentable es más conveniente.

Si bien no existen estadísticas sobre la cantidad de construcciones que cuentan con estas características, desde el sector aseguran que se trata de una tendencia en alza. Desde la Cámara Inmobiliaria Argentina (CIA) sostuvieron que según fuentes informales cerca del 70% de las construcciones en la Capital son de edificios eléctricos.

Éstos responden a una necesidad, sobre todo en unidades chicas. Son pensados para gente joven o aquellos de la tercera edad que no utilizan tanto la cocina, explicó Héctor D'Odorico, presidente del Colegio Único de Corredores Inmobiliarios de la Ciudad de Buenos Aires (Cucicba). Además, agregó que en general los desarrolladores lo eligen porque no hay montantes de gas, se evita la subida del servicio en todos los pisos, se abaratan los costos y se achican los tiempos de entrega.

Horacio Poklepovich Caride, gerente de desarrollos del Grupo GNV, coincide en que la tendencia tiene más puntos a favor que en contra. Hay una instalación menos en el edificio. Se trata de un combustible que conlleva un riesgo. Si bien el gas es muy seguro, cuando lo proyectamos en gran altura, para que llegue a los pisos altos, hay que llevarlo con presiones muy importantes. Tener dentro de un edificio una cañería de gas a tanta presión no es lo que más me gusta, porque si se rompe un caño o hay una pérdida, es un peligro muy alto, explicó el especialista.

Otro de los puntos que tienen en cuenta los desarrolladores que apuestan a los edificios eléctricos es la relación entre la superficie total y la superficie rentable. El proyecto se hace más redituable, resume Poklepovich Caride. Esto es porque al no realizar las cañerías de gas a cada departamento se ocupa menos espacio, que puede ser aprovechado de una mejor forma en la distribución de los metros de la unidad. Estéticamente también se consideran más atractivos, ya que no es necesaria la ventilación con rejillas que se suele ver en los frentes de los edificios.

Si bien es cierto que en un principio surgieron para suplir la necesidad de un público específico, aquellos hombres y mujeres que vivían solos o parejas jóvenes que no utilizaban demasiado la cocina, hoy se está innovando también en las unidades más grandes, de 3 o 4 ambientes. La gente se acostumbra, y una vez que conoce cómo funciona la cocina eléctrica la elige y le gusta. Además hay que tener en cuenta que tanto la tecnología de hornos como de anafes se ha ido superando ampliamente y creemos que de acá a tres años los pasos van a ser enormes. Los nuevos artefactos se hacen con menos consumo, por lo que el gasto tampoco es tan grande, indicó el arquitecto Gustavo Cohen, presidente de Urbania Desarrollos, que hoy cuenta con la totalidad de sus construcciones eléctricas.

¿ACEPTACIÓN DEL COMPRADOR?

Todos los desarrolladores consultados coincidieron que se trata de una modalidad muy aceptada por los compradores, sobre todo porque lo ven como un servicio más seguro. Aunque también reconocieron que los cortes diarios de energía eléctrica que sufren los habitantes de la Capital generan a veces algunas dudas. Se instalan, la mayoría de las veces en el subsuelo, una o varias calderas a gas con una bomba para que el servicio de agua caliente sea el mejor y no les falte a los propietarios. Ante los cortes de luz, colocamos grupos electrógenos para poder abastecer los servicios básicos, como los ascensores y la bomba, explicó Francisco Altgelt, vicepresidente de Altgelt Negocios Inmobiliarios.

Desde el grupo GNV sostuvieron que todos los edificios que construyeron en los últimos cuatro años fueron 100% eléctricos y que en todos contemplaron la problemática de los cortes de luz con un servicio diferencial llamado circuitos de emergencias que no sólo sirve para abastecer ascensores y luces en hall y pasillos sino para que cada departamento pueda tener tomas de corriente tanto para heladeras como para cocinar o hasta mirar televisión.

Cuando surgieron este tipo de edificios, el gas era un servicio mucho más caro que la electricidad, por lo que los compradores veían con buenos ojos prescindir del servicio. Hoy, con los últimos aumentos, el usuario paga casi lo mismo, aunque tendrá una boleta menos a fin de mes, que en época de bolsillos flacos es un punto muy valorado.

Fuente: ambito.com

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