viernes, 31 de julio de 2015

Branding: 9 tips para tus tarjetas de presentación

Sigue estos consejos para aprovechar al máximo esta herramienta al hacer networking y posicionar tu marca personal.


Estamos en la era digital, pero tener tarjetas de presentación tradicionales continúa siendo muy útil, particularmente al hacer networking e intentar atraer nuevos clientes. Cuando se presentan de la manera correcta, estos elementos de papel pueden funcionar como una poderosa herramienta de branding y permitir que las personas te recuerden rápidamente. 

Por eso, a continuación comparto unos consejos sobre las tarjetas de presentación que te ayudarán a mostrar profesionalismo y atención al detalle: 

Apuesta por un diseño profesional. Tu tarjeta de presentación debe lucir consistente con el resto de tus materiales de marketing. Los diseños genéricos pueden hacer que te pierdas entre la masa; mejor, elige uno que refleje tu marca personal y profesional. Contrata a un buen diseñador para obtener mejores resultados. 

Prioriza la legibilidad sobre la creatividad. Las fuentes decorativas, pesadas y muy estilizadas pueden dificultar la lectura. Las tipografías sencillas son las mejores. Mantén el tamaño de la fuente suficientemente grande para que los clientes potenciales no tengan que ponerse los lentes o forzar la vista para leer tu información de contacto. 

Elige sabiamente el layout. El tamaño tradicional de las tarjetas de presentación es de 3.5 pulgadas por 2 pulgadas (8 cm x 5 cm). Las tarjetas con bordes circulares o poco comunes son más memorables, aunque más difíciles de guardar. Si imprimes información en la parte de atrás, asegúrate de que sea vital. Por ejemplo, si haces negocios en distintas partes del mundo podrías escribir tu información en español por un lado, y en inglés por el otro. 

Evita los colores chillones. Un color brillante puede hacer que tu tarjeta destaque, pero asegúrate que sobresalga por las razones correctas. Elige un color que no distraiga de tu logotipo o información de contacto. Para facilitar la lectura, imprime las letras en un color oscuro como negro, azul marino o un gris oscuro. 

Incluye múltiples formas de contactarte. Mínimo, debes incluir tres tipos de información: nombre, teléfono y dirección de correo. Si el espacio lo permite, incluye el nombre de tu empresa, dirección y sitio Web. Mantenlo simple y profesional. 

Checa dos veces la escritura. Las faltas de ortografía o errores de dedo pueden afectar tu marca personal. Los clientes potenciales te juzgarán por la calidad de tu tarjeta de presentación. La atención al detalle es muy importante. Reimprime tus tarjetas en cuanto cambie tu información; evita escribir a mano la información actualizada para ahorrarte dinero. Tus tarjetas de presentación siempre deben ser actuales y presentables.

Nunca salgas sin tarjetas de presentación. Las tarjetas de presentación tienen como objetivo generar negocios. Guarda tus tarjetas en un portatarjetas para mantenerlas frescas y protegidas. Hazte un hábito tener varias de ellas en tu auto, escritorio, bolso y maletín. Nunca sabes cuándo un encuentro casual puede convertirse en una oportunidad de negocio. Cuando asistas a una reunión de negocios, dale a la recepcionista tu tarjeta para que pueda anunciar tu nombre correctamente. 

No repartas tu tarjeta demasiado rápido en una conversación. En la mayoría de los casos, lo mejor es esperar a que alguien pida tu tarjeta antes de repartirla. Si ofreces tu tarjeta demasiado temprano en la conversación, podrías dar la impresión de estar desesperado o de presionar demasido. Entrega tu tarjeta antes de terminar la conversación. Cuando recibas la tarjeta de alguien más, muestra interés y tómate un momento para leerla antes de guardarla. 

Usa las tarjetas de presentación para recordar nombres. Si estás en una reunión y recién intercambiaste tarjetas de presentación con otras personas, pon las tarjetas frente a ti para que puedas recordar nombres y distinguir quién está hablando.

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