Mucha gente inicia un negocio pensando que si ellos hacen muy bien el trabajo de lo que el negocio se trata (eg: cocinar, cortar cabello, arreglar autos, vender libros, etc.), que el producto se venderá por si solo. En ninguna parte del mundo esto es una verdad absoluta, sin embargo, es a lo que le apuestan la mayoría de los emprendedores.
Creo que esta forma de pensar es la culpable del fracaso de aprx. 90% de los negocios en sus primeros 5 – 10 años de vida. Por lo tanto, si deseas iniciar tu propio negocio, no solo debes de tener un excelente producto o servicio, sino que debes de contar con la habilidad para VENDER.
Vender es solo una de las muchas habilidades que requiere un emprendedor sin importar en que mercado o parte del mundo se encuentra, y por lo tanto la metodología que yo recomiendo y enseño es efectiva en todo el mundo – las ventas son el idioma universal de los negocios siempre y cuando se haga correctamente.
El proceso que sugiero es que el vendedor entre al mundo de su cliente. El vendedor debe de ser humilde, honrar al prospecto y siempre mostrarle respeto. Al hacer muchas preguntas y escuchar con atención, el vendedor puede conocer cual es el verdadero problema y ayudar al cliente encontrar una solución adecuada.
Solo si el vendedor considera que tiene una buena solución, entonces deberá proceder a mostrarle el producto o servicio que ofrecen y explicar como este puede resolver su problema.
A final de cuentas, vender es la habilidad para ayudar a otros resolver sus problemas con los productos o servicios que representa. Vender no es manipular al cliente o presionarlo para que compre algo que no le interesa o necesita.
En el mundo de los negocios, no existen garantías. Simplemente no existe la forma de eliminar todo el riesgo que va implícito con iniciar un negocio, pero; si puedes mejorar tu posibilidad de éxito con buena planeación, preparación y análisis. Primero debes de evaluar tus fortalezas y debilidades desde la perspectiva des un futuro dueño de negocio. Debes de cuidadosamente considerar las siguientes preguntas:
- ¿Eres una persona disciplinada y motivada?
- ¿Que tan bueno eres para trabajar con otras personas y lidiar con clientes molestos, proveedores incumplidos o recepcionistas malhumoradas?
- ¿Que tan bueno eres para tomar decisiones rápidamente, solo y bajo presión?
- ¿Tienes la resistencia física y emocional para iniciar un negocio?
- ¿Que tan bueno eres para planear tus actividades e investigar aquello relacionado con tu negocio?
- ¿Tienes una voluntad inquebrantable para continuar a pesar de momentos difíciles?
- ¿Has considerado como tu nuevo negocio podría afectar tu vida familiar?
Aunque el éxito en los negocios nunca es una certeza, tampoco depende exclusivamente en la buena suerte – aunque a veces, esta es bienvenida. Sin embargo, normalmente depende su capacidad de planeación y organización, y aún así, no hay garantías.
Iniciar un negocio siempre implica riesgo y la probabilidad de éxito, para la mayoría de las personas es pequeña (a menos de que reciban asesoría de un experto, coach o asesor).
En los EUA, el 50% de los negocios fracasarán en su primer año y 90–95% en sus primeros 5 años. El autor de negocios, Michael Ames cita las siguientes razones para este fracaso empresarial.
- Falta de experiencia
- Insuficiente capital
- Mala ubicación
- Mala administración del inventario
- Inversión excesiva en bienes fijos
- Mala administración de créditos
- Disposición de fondos del negocio para uso personal
- Crecimiento inesperado
- Competencia
- Pobre habilidad de ventas
Subestimar lo difícil que es iniciar un negocio es uno de los retos principales para los emprendedores, sin embargo, si estas dispuesto a trabajar duro, capacitarte constantemente y planear con diligencia podrás llegar a vivir la satisfacción y frutos de haber creado un negocio exitoso.
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