jueves, 28 de noviembre de 2013

TECNOLOGIA INMOBILIARIA

¿Cómo será la arquitectura del futuro?
 
La arquitectura es una disciplina viva y es fiel reflejo de cada etapa de la historia. ¿Hacia dónde dirige sus pasos?
 
&quote; Lo razonable es que las casas del futuro fuesen las casas del pasado rehabilitadas con criterios de ahorro energético. &quote;
  
A. ARIZTOY - La arquitectura futurista no es la arquitectura del futuro. En esta ocasión las palabras nos juegan una mala pasada, Anabel Ríos arquitecto de RíosEstudio apunta que “la arquitectura futurista es un estilo que surgió a comienzos del siglo pasado y que tuvo en Filippo Tommaso Marinetti y Antonio Sant’Elia dos de sus máximos exponentes. Es un tipo de construcción que se mete de lleno en la era industrial, que enaltece la vida (entonces) moderna y que rompe con el clasicismo y la apatía que, en opinión de algunos arquitectos, estaba acomodada la disciplina”.


Palacio de las Artes de Valencia, de Santiago Calatrava


Bajo el paraguas de estas ideas se llega a un tipo de construcción “que nos recuerda a la ciencia ficción, de colores fríos, líneas marcadas, y materiales como el acero, los plásticos y el cristal. Se estaría proyectando una ciudad representativa de la velocidad y el crecimiento industrial que dominaron el final del siglo XIX y buena parte del XX”, resume la experta. El movimiento como tal quedó diluido, en buena parte por la simpatía que Marinetti mostró hacia el fascismo italiano que hizo que el futurismo se asociara, en algunos casos, al régimen totalitario.

Influencias futuristas

Actualmente, hay arquitectos que están imbuidos del espíritu futurista y encontramos edificios en esta línea en diferentes puntos del planeta. Por ejemplo, Dubai emerge como un núcleo poblacional en el que se encuentra gran influencia de la corriente futurista. Anabel Ríos explica que “se están proyectando en Emiratos Árabes edificios verdaderamente vanguardistas. La arquitecta Zaha Hadid por ejemplo es una de los profesionales que ha proyectado dos grandes torres forradas de cristales, con ese aire futurista”. Otro ejemplo ha sido Oscar Niemeyer, que falleció el pasado año con 104 años de edad siendo uno de los arquitectos más prolíficos.
 

Torres de Dubai, de Zaha Hadid

También “en España cuentan con ejemplos de arquitectos con claras influencias futuristas, sobre todo en su estética –matiza Ríos- como es el caso del valenciano Santiago Calatrava”. El arquitecto dice de sí mismo que es difícil calificar su estilo “dado que se sitúa entre dos ámbitos, la ingeniería y la arquitectura, y también porque es una obra heterogénea que abarca desde grandes proyectos, como puentes o estaciones ferroviarias, a pequeños detalles, como muebles y cubiertos”.
Existe una corriente muy crítica contra sus proyecciones, “porque generalmente suelen ser mucho más caras de lo presupuestado, porque sus obras son muy parecidas entre sí y porque aunque estéticamente pueda ser bello, que no voy a discutirlo -dice un profesor de arquitectura de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Valencia-, estructuralmente no estudia al detalle sus proyecciones por lo que en muchas ocasiones hay que ir cada poco tiempo, restaurándolas o poniéndoles parches. Le falta estudio y análisis del fondo de sus obras”.

Sostenibilidad = herencia + tecnología

Ángel Luis Tendero, arquitecto de Alt Arquitectura y uno de los profesionales de esta disciplina con más proyección en las redes sociales plantea que “no hay arquitectura del futuro –matiza- hay que hacer arquitectura en el año en el que vives. La tendencia sería ir hacia la sostenibilidad y la ecología. Vamos hacia la sostenibilidad, la reutilización de aguas pluviales y la calefacción en la propia estructura de las casas que podría permitirnos ahorrar hasta un 70%”.


Casa Sancho, de Alt Arquitectura

Sergio Sanz, arquitecto de ReAcció plantea que “estamos preocupados por el cambio climático y por el ritmo de consumo de los recursos naturales, que es cada vez mayor. Se puede intervenir a nivel arquitectónico y urbanístico para reducir esta presión: por un lado, mejorando la eficiencia energética de los edificios, y por otro, mejorando la configuración de las ciudades, del espacio público y de la movilidad”. Para este experto “lo razonable es que las casas del futuro fuesen las casas del pasado rehabilitadas con criterios de ahorro energético”.
Aunque la arquitectura del futuro supone una vuelta a la naturaleza, “se aúnan dos contrastes –explica Tendero-. Por un lado la sostenibilidad de los edificios: se tiende a la eliminación de los derivados del petróleo, eliminación del cemento, utilización de la geotermia más que la energía solar, se recupera la cal que no es contaminante… Y por otro lado, se introduce la alta tecnología dentro de los edificios. Ahora estamos trabajando en un proyecto de realidad aumentada que se introduce en la realidad física, generando mundos virtuales dentro de espacios arquitectónicos”.

Arquitectura en tiempos de crisis

Parece que la crisis que vive España y que también late a diferentes niveles en Europa también va a suponer un punto de inflexión en la arquitectura. Sergio Sanz apunta la necesidad de “reflexionar sobre cuál es el modelo de sociedad que queremos construir, ya que la arquitectura y el urbanismo lo que hacen es darle un soporte físico y estético a un modelo de organización social. Los grandes cambios se presentan cuando se producen cambios en el pensamiento, que suelen estar precedidos por un momento de crisis”.

 
 
Interior de la Catedral de Brasilia de Óscar Niemeyer
Bajo este paraguas se está moviendo una nueva corriente de profesionales liderados por la arquitecta Paz Gutiérrez, que acaba de publicar un manifiesto fundacional de lo que llama ‘el diseño de escala múltiple’ en el que, entre otros planteamientos, los muros de los edificios tienen la capacidad de adaptarse a la climatología en función del frío, la humedad, etc. Sea como fuere la arquitectura es una disciplina viva, sacudida ahora por los vaivenes de la crisis que extiende sus raíces más allá de la economía. Lo certero es que podremos hablar con seguridad de la arquitectura del futuro cuando ésta ya pertenezca al pasado.

Fuente: Pisos.com

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