miércoles, 18 de marzo de 2015

China: El Gobierno chino comprará las casas sin vender para evitar el colapso inmobiliario

Fuente: eleconomista.es
 El Ejecutivo de China ha encontrado una posible solución a su crisis inmobiliaria. Su plan para reducir el exceso de oferta que inunda el mercado, pasa por comprar casas y convertirlas en viviendas sociales.

Esta estrategia se produce después de varios signos preocupantes que arroja un sector clave para la economía china. Según los últimos datos oficiales, las ventas de viviendas cayeron el 10,8% en los primeros nueve meses de 2014.

La caída de los precios es al mismo tiempo un indicador del descenso del valor del suelo. Un escenario que perjudica a las administraciones locales que se han vuelto demasiado dependientes de los ingresos que proceden de la venta de tierras.

Los gobierno locales apostaron en el pasado por la compra de terrenos para su posterior venta. Estas administraciones disponían para ello de Vehículos de Financiación del Gobierno Local (LGFV, en sus siglas en inglés). Así, invertían en infraestructuras, inmuebles y otros proyectos.

Los expertos creen que esta medida es una buena noticia para el país, pero sólo resultará en el corto plazo. Los analistas consideran que el Gobierno chino tendrá que abogar por las medidas estructurales para garantizar el crecimiento sostenible a largo plazo.
Dudas de los analistas: los precios seguirán bajos

Desde Barclays, esperan que los precios en las ciudades de menor tamaño continúen a la baja en 2015. Para las urbes más amplias, consideran que los descensos se han frenado ya. Algo más pesimistas son los analistas de Deutsche Bank que aseguran que los precios siguieron cayendo en los dos primeros meses del año. Es más, esperan que valor del suelo decaiga el 20% en el conjunto del año.

Según un informe reciente de la agencia de calificación S&P, los precios de la vivienda en China mantendrán en 2015 una tendencia a la baja, con caídas que podrían llegar al 5%, mientras que se espera que las ventas desciendan en la primera mitad del año y repunten en la segunda.

La debilidad inmobiliaria y su consiguiente lastre para el PIB supone un problema para el Gobierno chino que intenta reequilibrar su economía y minimizar su dependencia histórica de las exportaciones. La debilidad del sector inmobiliario fue una de las principales razones de la ralentización de la economía china, que en 2014 creció un 7,4%, su menor ritmo en 24 años.

Fuente: El Economista

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