lunes, 2 de noviembre de 2015

Cómo reformar tu casa de forma buena, bonita y barata

Pareja eligiendo el color para la pared
Es posible que lleves tiempo dándole vueltas a emprender una reforma en casa. Los suelos, las paredes, la cocina… Se notan los años, pero meterse en obras supone demasiados gastos… O quizá no tantos como crees.
Nuevas técnicas y nuevos materiales están consiguiendo que lo que antes suponía una fuerte inversión ahora sea mucho más asequible sin perder calidad. Te proponemos una reforma tipo en la que entran todos los elementos esenciales de la vivienda. Vayamos con cada uno de ellos.

Paredes y techos

Hay que valorar el estado de la estructura. Si las superficies se conservan en buen estado, solo que están sucias o descascarilladas, bastaría con pintar. Incluso lo puedes hacer tú mismo.
En primer lugar debes elegir unapintura de calidad, antihumedades, que repela las manchas, fácil de limpiar, resistente a los roces, que no salpique y que con una sola mano cubra con facilidad la superficie (así ahorras más dinero). Hay una gran variedad de productos con todas esas características.
Luego tienes que hacerte con los utensilios imprescindibles: masilla reparadora, espátula, lija, cinta de pintor, rollos de plástico, mascarilla, brocha mediana y un rodillo antigoteo de entre 20 y 30 centímetros con un extensor para llegar bien a los techos. Poco gasto y mucho rendimiento.
Si las paredes y techos muestran grietas o humedades, hay que renovar la superficie. Los revestimientos de PVC y vinilo se han convertido en toda una revolución económica: son adhesivos, fáciles de colocar y de limpiar, además de resistentes a la humedad.
Esta última cualidad ha hecho que sobre todo se instalen en baños y cocinas, pero sus diferentes diseños y acabados hacen que cada vez se utilicen más en salones y dormitorios.

Suelos

Existen muchas posibilidades para cambiar el suelo (madera, piedra natural, microcemento…) pero dos son las más económicas:
  • Parquet sintético o laminado. Un perfecto sustituto de la madera, muy resistente. Al ser un producto en piezas prefabricadas y de fácil instalación, los costes se reducen mucho.
  • PVC y vinilos. Sí, sus características se aprovechan tanto en las paredes como en los suelos. Imitan las baldosas, la madera o el microcemento, y además son resistentes al roce y a las productos químicos, antideslizantes y reciclables.

Tuberías

Las de cobre o hierro se deterioran con el tiempo, provocando pérdidas o problemas en el flujo de agua. Lo mejor es cambiarlas, pero eso supone costosas obras de albañilería, a no ser que vayan por la superficie.
Existe una alternativa: inyectar una capa de resina que recubra el interior de la tubería vieja,formando una capa limpia, homogénea y resistente que haría las veces de una segunda tubería.

Puertas y ventanas

En vez de sustituirlas, puedes cambiar totalmente el aspecto de las puertas, tanto su superficie como el color, con un lacado o un semilacado, que es más fácil de aplicar con un rodillo y, por tanto, resulta más económico.
Las ventanas de madera se pueden lijar y pintar. Pero aquí hay que considerar el aislamiento. El PVC y el aluminio son materiales más baratos y junto a un doble acristalamiento resultan muy eficientes para mantener la temperatura interior, lo que supondrá un ahorro importante en climatización. Por tanto, en esta parte de la reforma debe primar siempre el aislamiento.
Un último consejo para reducir el coste de la reforma: si necesitas comprar materiales, acude a los almacenes de derribo, donde las constructoras venden lo que les ha sobrado de sus obras (sanitarios, puertas, terrazos…). Y en los outlets de construcción encontrarás excedentes de fabricación y material descatalogado hasta un 70% más baratos.
Fuente: El Blog de Anida

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