miércoles, 4 de noviembre de 2015

Venezuela: La ciudad necesita Bs 78 mil millones para compensar muchos años de desinversión

Vista de la ciudad hacia el este, sentido Puerto La Cruz, Anzoátegui, desde el castillo San Antonio de la Eminencia. En el centro, Iglesia Santa Inés donde sería bautizado el Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre.
 El arquitecto Ramón Yánez, diseñador urbano y asesor de la alcaldía cumanesa, señala que algunas comunidades cerraron sus calles como respuesta a la inseguridad. Los botes de aguas negras deben ser una prioridad para la inversión pública, expone.

Ni todo lo que se dice que está bueno lo está tanto, ni todo lo que se dice que está malo se está cayendo. El arquitecto Ramón Yánez, diseñador urbano y asesor de la alcaldía de Cumaná, expone un retrato de la capital del estado Sucre –a propósito de sus primeros 500 años– en el que comparten espacio los aciertos y las dificultades.

Yánez, quien recalca que acompaña el proceso bolivariano y justamente por ello ejerce las críticas, admite estar más preocupado por el año 501 de Cumaná que por el año 500 que se conmemorará el próximo 27 de noviembre. “No me preocupan los 500 años y sus obras, que algún día se culminarán, pero sí me preocupan el 501 y los años sucesivos. Esperemos que este año inusual de inversión pública pueda repetirse”, manifiesta en entrevista vía correo electrónico al Correo del Orinoco.

De acuerdo con el analista, para estar “pepita y bonita” Cumaná “necesita una inversión inicial cercana a los 78 mil millones de bolívares que compense su larga desinversión”.

Este monto, enfatiza, es “mucho dinero para un presupuesto municipal y regional”, por lo que es necesario “racionalizar lo poco que se tiene, invertirlo en las necesidades reales y seguir buscando opciones para fortalecer la inversión pública municipal, regional y nacional. A ella seguramente se plegará la inversión privada”.

CALLES CERRADAS CON REJAS

-Cuáles son los problemas más fuertes de Cumaná, como ciudad, en la actualidad? ¿Cuáles son las causas?

-Los principales problemas que los cumaneses dicen sentir en su ciudad son: los económicos (inflación, acaparamiento, escasez, desempleo) y la inseguridad. Son los que la mayoría de la población señala como primordiales. Luego de ellos existen otros más referidos a los aspectos físicos y de funcionamiento de la ciudad: Inseguridad en los espacios públicos, transporte público, brotes de aguas negras y la basura (asociada a la limpieza de la ciudad). Los segundos son importantes y puntuales, pero los primeros son agobiantes y generales.

-¿Qué medidas se están tomando para afrontarlos?

-El primer grupo de problemas depende fundamentalmente de políticas nacionales y de ejecutorias de organismos nacionales en la ciudad. Los segundos aunque son más locales, las posibles soluciones o minimización dependen –casi siempre– de organismos nacionales y de exiguos presupuestos regionales y municipales. A saber: la inseguridad como problema ha llevado a que algunas comunidades –sobre todo de la clase media cumanesa– hayan asumido la decisión de cerrar espacios públicos. En algunos casos, calles importantes para el flujo vehicular, lo cual ha generado reacciones contrarias por parte de aquellos que se consideran afectados.

Yánez no duda en calificar esta medida de desesperada, aun cuando no la ve mala per se. “La apropiación de un pequeño espacio de tránsito por los vecinos que la usan, con el compromiso por parte de ellos de asumir el mantenimiento de los servicios de la zona, es un acto importante de corresponsabilidad ciudadana”.

El problema, a su juicio, “es cuando el espacio tomado es también de uso inaplazable por otras personas que no pertenecen a ese colectivo de familias y que poseen también derechos de uso del mismo”.

Señala que las regulaciones no están claras y que además “no existen instrumentos de planificación urbana que coadyuven a la solución del problema”, ya que “lo único claro en las normas es que las calles (vías vehiculares) son de uso público y libre de tránsito” y que “uno de los organismos que debe asomar luces al respecto es Tránsito Terrestre”.

Cercar una urbanización como respuesta a la inseguridad “siempre ha sido más aceptado”, refiere, tal vez “por la tradición impuesta en la construcción de urbanizaciones privadas”. Sin embargo, advierte, “una ciudad llena de zonas cercadas nunca puede plantearse como la solución a un problema de seguridad pública”, ya que “minimiza las relaciones de convivencia y en caso de emergencias y desastres crean no pocos problemas”.

FALLAS PUNTUALES, TEMA ESTRUCTURAL

-Por ejemplo, aguas servidas y basura parecen ser problemas graves. ¿Qué diagnóstico existe? ¿Qué acciones se proponen para atenderlos?

-Los botes de aguas negras (cloacas) son puntuales en la ciudad. Lamentablemente y fundamentalmente en la mayoría de los casos hacia sectores populares de la misma. Aún así es un tema estructural de Cumaná. Siempre se ha señalado que tenemos décadas de atraso en el mantenimiento del sistema. El órgano responsable de su administración –Hidrocaribe– ha señalado de manera reiterada que no cuenta con los recursos suficientes para ello y que la recaudación del servicio –subsidiada– es insuficiente. La alcaldía no tiene los recursos adecuados para ello y da la impresión que la gobernación tampoco.

En el fondo, añade, “es un tema de prioridades. Cuando esto sea una prioridad para la inversión pública –aunque no se vea, porque es subterránea– aparecerán los recursos”.

Yánez opina que atender las fallas en materia de aguas servidas “hubiese sido un buen regalo para Cumaná en estos 500 años, aunque no sea tan vistosa como el paseo peatonal que se construye frente al Monumento en plena avenida Perimetral”.

En cuanto a la basura, asevera que “sigue siendo un problema importante, aunque hay que reconocer que con la incorporación de maquinarias se ha podido paliar –en algo– este problema”.

El experto afirma que hay que ser ambiciosos con los residuos sólidos, porque el futuro “debe ser no solo una ciudad limpia, con ciudadanos que ayuden a su limpieza”, sino “un programa a mediano y largo plazo que permita a la basura ser un generador de empleo –no estatal– y proveedor de recursos al municipio”. No basta, insiste, “con recoger la basura”; por el contrario, “hay que lograr que otros ensucien menos, se aprovechen económicamente los desechos sólidos y se cree una cultura del reciclaje. Estamos hablando de varias gestiones de gobierno municipal… y ese es parte del problema, el cortoplacismo nos acaba el futuro”.

Fuente: correodelorinoco.gob.ve

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