martes, 25 de marzo de 2014

Convence al propietario, algunos cambios en la vivienda puede reportarle grandes beneficios


A la hora de poner un piso a la venta, la tónica general en España es anunciarlo tal cual lo dejó el que lo habitaba o habita. Realizar pequeños cambios o mejoras es bastante poco común. Atrás quedaron los años de reformar para vender, un planteamiento que a día de hoy no es rentable. Sin embargo, pequeñas mejoras a bajo coste pueden cambiar la percepción del piso y causar una mejor sensación en quien lo visita.
En países cómo EEUU, Canadá, Australia, Inglaterra o Francia es común intervenir en los inmuebles antes de su comercialización. Los profesionales inmobiliarios de dichos países se reúnen con los propietarios y los guían en la puesta a punto. De la misma manera que aquí limpiamos y perfumamos los coches antes de venderlos, allí lo hacen con las casas.
Es aconsejable reunirse con los dueños y explicarles que su vivienda es un producto en el mercado y como tal, pueden plantearse iniciar una estrategia de Home Staging (puesta a punto del hogar) a fin de publicitarlo de manera más efectiva para que guste al máximo número de personas posibles.
La asesoría sobre cómo debe presentarse un inmueble puede ser verbal o escrita. En el caso de ser verbal, el agente inmobiliario va a casa del cliente y le explica, punto por punto, lo que tiene que hacer en cada estancia. También se le puede pasar un escrito: en este caso, el profesional va a la casa, hace un reportaje de fotos para poder describir, junto con las fotos, lo que se debe hacer habitación por habitación.
A continuación se indican las diferentes intervenciones mínimas que deben realizarse en una vivienda para mejorar su imagen:
  • Limpiar a fondo
  • Reparar lámparas y eliminar cables sueltos
  • Arreglar paredes desconchadas
  • Colocar vidrios nuevos, en caso de que estén rotos
  • Eliminar manchas de grasa y de humedad
  • Mejorar la iluminación artificial
  • Eliminar malos olores: puede ser necesario tapar  los entradas de agua de la pila, el bidé, la bañera y el lavabo.
  • Dar de alta la luz (en caso de que esté dada de baja)
  • Retirar trastos de las habitaciones
  • Pintar paredes si es necesario. El color ideal es el blanco por ser el más neutro y luminoso
  • Asegurarse de que las bisagras de las puertas y las ventanas estén engrasadas para que no chirríen
  • Reparar pomos de puertas de la casa, de la cocina, de los armarios y de los muebles del baño
  • Ajustar los grifos que pierdan agua
  • Recolocar o reparar azulejos caídos y pavimentos despegados
  • Reparar marcos comidos por la carcoma
  • Reparar sanitarios en mal estado
Algunos de estos desperfectos se encuentran en muchas viviendas, especialmente en las más viejas. En estos casos, el comprador potencial, cuando visita la casa percibe que necesita muchos arreglos y reparaciones, lo que hará que la descarte o que haga una oferta muy a la baja.
Acondicionar la vivienda trae consigo una mejor percepción del potencial cliente, tal y como afirma Meli Bisbal, propietaria de la empresa de limpieza, pintura y pequeñas reformas Neteges Bisbal. “En nuestro trabajo como profesionales de las reformas y la limpieza hemos intervenido en múltiples inmuebles, preparándolos para la venta y el alquiler. Normalmente no hacemos grandes reformas, sino reparaciones pequeñas. Pintamos y limpiamos. Esto es suficiente para que los pisos se vean muchísimo mejor y aumenten las visitas”.
Al contrario de lo que muchos piensan, poner a punto la casa supone una inversión pequeña para el propietario, el cambio de percepción, sin embargo, es notable, por lo que sale muy rentable hacerlo

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