Foto: Archivo El Espectador
Por lo anterior, el profesor Zambrano destaca que ciudades colombianas como Bogotá y Medellín, aunque se encuentran en constantes mejoramientos y se preocupan por construir capital humano y mejorar las redes de comunicación entre sus habitantes, dejan de lado otros factores de igual o mayor importancia como lo es la educación.
Zambrano hace mención de la conectividad y la importancia que tiene como medio para construir la ciudad inteligente, así como las ciencias sociales informáticas surgen para pesar, medir y cuantificar la sociabilidad humana, gracias a las huellas dejadas en internet y a las redes de telecomunicaciones.
De acuerdo con el comunicado emitido por la Universidad Nacional, este docente afirma que con las infraestructuras invisibles que están surgiendo, “se pueden registrar las huellas, pero no la dirección que seguirán las sociedades, todavía nos falta discernir para dónde van las ciudades inteligentes y qué van a hacer sus urbanitas, cada vez más inteligentes”.
Un ejemplo de la utilidad de estas infraestructuras invisibles se evidencia en Estocolmo, donde se creó un sistema de tráfico inteligente con la imposición de una tasa de congestión para acceder al centro, mediante tarjetas de radiofrecuencia y cámaras de video que registran las matrículas. Con esto el tráfico disminuyó en un 20 % y se incrementó en 40.000 el número de pasajeros en el transporte público, generando 71 millones de euros a la ciudad en el 2009.
Según el profesor Zambrano, el agente de cambio que contribuye a que una sociedad sea sostenible es el Internet, el cual puede generar un cambio en la taxonomía utilizada para clasificar los estadios de la evolución urbana.
“Se argumenta que estamos ante un proceso de innovación disruptiva, que transforma los inventos de la ciudad industrial, pero que aún dista de un cambio revolucionario de paradigmas urbanos”, explica.
Respecto a las ciudades colombianas hace énfasis en Medellín, declarada la ciudad más innovadora del mundo por City Group y Wall Street Journal en 2013, pero todo esto basado en su movilidad. No obstante, para Zambrano, si se comparan “estos avances en el transporte público con los resultados en las pruebas de evaluación de los estudiantes, lejos se está en la construcción de capital humano”.
Algo parecido ocurre en Bogotá, donde se le ha puesto tanto empeño al mejoramiento de la movilidad con el uso de los semáforos, que luego de una década no han logrado concluir una licitación para cambiar los bombillos de estos aparatos.
Por último, el profesor Zambrano asegura que pronto se tendrá el bache que surge de contar con el “internet de las cosas” y la notoria ausencia de la aplicación de estas innovaciones en la construcción de capital humano, que permita una mayor calidad de vida de los urbanistas.
Fuente: elespectador.com
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lunes, 19 de enero de 2015
Colombia: Bogotá y Medellín, lejos de ser inteligentes
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