lunes, 19 de enero de 2015

Reino Unido: Londres, la ciudad más cara para construir


Vista del Big Ben y el Parlamento desde el río Támesis. (Shutterstock)
 Las complejas normas de planeación, el alto costo laboral y de terrenos, y los exigentes estándares de diseño se combinan para convertir a Londres en el lugar más caro del mundo para construir.

De acuerdo con un estudio en 40 países, que realizó la consultora global Arcadis, con sede en Ámsterdam, construir en la capital británica es 5 por ciento más caro que en Suiza, 10 por ciento más que en Hong Kong y 36 por ciento más que en el resto de Reino Unido cuando se compara en una base de moneda común.

La construcción en Londres plantea retos particulares, porque hay ríos que atraviesan la ciudad, drenajes victorianos, servicios públicos y sitios arqueológicos.

Pero la principal razón es, como puede esperarse, el aumento de los costos de los terrenos y edificios de la ciudad, que todavía atraen a los compradores y desarrolladores de China, Malasia y Singapur.

Alexander Jan, director de la consultora de ingeniería Arup, que trabajó en el HS1, la primera línea de tren rápido de Gran Bretaña, y el Shard, el rascacielos más alto de Europa, dice que incluso si los precios en cualquier otro lado fueran los mismos, el costo de adquirir terrenos y edificios para proyectos aumentaría el precio.

"Para cualquier cosa que necesites construir, una nueva vía de tren o de Metro, tienes que adquirir determinados terrenos o propiedades solo para colocar un eje o subestación para cavar un túnel y ventilación o una subestación de electricidad", dice. "Es inevitablemente caro porque es el centro de Londres".

Simon Rawlinson, director de investigación estratégica de Arcadis, también señala una fuerte cultura de diseño en Londres, que se ejemplifica con los principales arquitectos Lord Rogers y Norman Foster. "No es tan industrializada porque hay muchas especificaciones, diseños de alta calidad y sitios que a menudo son difíciles. Esto aumenta el nivel de complejidad, en comparación con algunos de nuestros vecinos como Alemania y Francia", dice.

El gobierno británico estableció el objetivo de reducir 33 por ciento los costos de construcción para 2025, con medidas clave que incluyen la reducción en el tiempo de los procedimientos de planificación y una acción para realizar más trabajos en las fábricas y lejos de los sitios de construcción.

El valor de un nuevo trabajo de construcción en todo Londres aumentó 25 por ciento entre el tercer trimestre de 2013 y el mismo periodo del año pasado, de acuerdo con las estadísticas oficiales, con las zonas de las estaciones King's Cross, Victoria, Earl's Court y Paddington, todas en pleno proceso de reconstrucción.

La mayor parte del volumen provino del sector de vivienda privada, en el que la carga de trabajo aumentó 75 por ciento entre el tercer trimestre de 2013 y el mismo periodo de 2014. El inmenso edificio de ladrillos de la central eléctrica de Battersea, que es desde hace 30 años un símbolo de los problemas de regeneración de la ciudad, se encuentra entre los sitios industriales que se convierten en viviendas lujosas.

Para demostrar algunos retos particulares de Londres, Victoria realiza una mejora de 700 millones de libras que abrirá una de las estaciones más congestionadas de la ciudad. Pero un afluente del río Tyburn todavía fluye bajo el sitio y requiere miles de litros de agua para bombearlo, mientras dos importantes desagües cortan transversalmente el área, y sobre el suelo, las calles a menudo están atestadas de peatones, lo que suma complejidad y riesgo.

A menudo la calidad de la infraestructura existente solo puede evaluarse cuando inicia el trabajo. Cuando se construyó la nueva estación de tren Thameslink, en Blackfriars Bridge, que resultó con daños durante el Blitz (los bombardeos en la Segunda Guerra Mundial), solo fue cuando" empezaron a destaparlo que pudieron ver el estado en el que se encontraba", dice Jan. "Definitivamente estaba en peores condiciones de las que esperaban".

Señala la tendencia hacia las especificaciones, en lugar de diseños estándar. Cuando Arup ayudó a diseñar una línea del Metro de Madrid utilizó un diseño uniforme en forma de caja para cada estación. Por el contrario, para la línea Jubilee, de Londres, se utilizó arquitectura específica para cada estación.

Los londinenses también pueden ser muy exigentes, en parte porque los ricos viven en el centro, a diferencia de ciudades como Río de Janeiro, y son más efectivos para realizar campañas. Esto, por ejemplo, aumenta las exigencias para proteger la herencia arquitectónica, y hace más probable que se tenga que cavar túneles para utilizar en las nuevas líneas del Metro.

Más recientemente, el costo de los materiales, como los ladrillos, aumentó después de que la producción disminuyó durante la recesión y después necesitaban expandirse rápidamente. La recuperación de la construcción también presionó la capacidad de fuerza laboral después de un tórrido periodo desde 2008, cuando miles de personas salieron de la fuerza laboral de la construcción.

La escasez de mano de obra aumenta los costos de oferta, por lo tanto los constructores aumentan los precios y rechazan trabajos de proyectos y clientes que perciben de alto riesgo, de acuerdo con una encuesta de Aecom, el grupo de infraestructura y servicios de apoyo, a contratistas.

Arcadis dijo en su estudio global que India es el más país más barato del mundo para construir, mientras que Malasia, Tailandia, Indonesia y Vietnam son 35 por ciento más baratos que Londres.

Fuente: Milenio.com

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