El foco de la actividad inmobiliaria en 2014 estuvo en la construcción de viviendas de interés social y el arrendamiento en general, alejándose de las inversiones premium –como barrios privados y edificios costeros de alto nivel–. En Montevideo, durante el 2011 y el 2012, el 80% de los permisos de construcción eran para construcciones premium, mientras que los destinados a interés social se ubicaba por debajo del 20% . Hoy se invirtieron los papeles: el 14% ocupa el sector premium, y en el entorno del 80% lo es para la vivienda de interés social. Los principales clientes del mercado premium era el público externo, teniendo como protagonistas a los argentinos. El presidente de la Cámara Inmobiliaria Uruguaya, Gabriel Conde, señaló a Café & Negocios que el mercado cambió y hoy las inmobiliarias tienen que reconvertirse. “Hoy nos centramos en el mercado local con las viviendas de interés social y el mercado del arrendamiento. Los que no se dedicaban a eso tienen que empezar a hacerlo. El 2015 creemos que impactará con mayor fuerza en el interior del país también”, comentó. Entre los principales motivos del cambio, Conde mencionó la Ley Nº 18.795, que promueve la Vivienda de Interés Social, que actuó como facilitador a partir del otorgamiento de exoneraciones tributarias. “Si no sería muy compleja la situación inmobiliaria”, acotó. Freno de ventas costeras El asesor inmobiliario, Julio Villamide, sintetizó que el resultado global de la actividad inmobiliaria durante el 2014 fue estable, se cerró igual que el 2013 o ligeramente por encima. “Sin embargo, si miramos el interior del mercado, no es homogéneo. La compraventa de inmuebles usados y nuevos decayó entre 30% y 40% en las zonas de Punta del Este, Colonia y costa montevideana. Pero hay otros sectores que están mejor que hace dos o tres años, como los barrios de clase media. Así, el Centro sobrepasó a Pocitos en la venta de unidades nuevas. Eso compensó las caídas del mercado en el global, generando ganadores y perdedores”, explicó. En tanto, las compraventas registradas en Montevideo hasta setiembre de 2014 fueron de “3% por encima al igual período del año anterior; mientras que las promesas de compraventa se situaron 6% arriba”, ejemplificó. Hoy los niveles de actividad son estables. “Ha colaborado la Ley 18.795 que favorece las viviendas de interés social, sino estaríamos en un situación complicada”, declaró Villamide, en coincidencia con Conde. La desaceleración de las ventas están íntimamente relacionadas a las restricciones del gobierno argentino a la salida de capitales y a que el mercado inmobiliario es un sector de expectativas. Y en la actualidad “si hay altibajos o incertidumbre la gente prefiere postergar las decisiones y opta por la liquidez antes de tomar la decisión de comprar”, apuntó el asesor inmobiliario. Por eso la situación internacional de la economía “se sigue con gran cautela tanto la regional, la europea, como la rusa”, enfatizó. Además destacó que los arrendamientos en Montevideo vienen creciendo a tasas altísimas, “tres veces más altas en comparación con su histórico”. En la capital el 25% de la población es arrendataria. Casi el 60% de los nuevos hogares son inquilinos y el crecimiento de la demanda fue acompañado por la oferta. Villamide evaluó que “esto no se veía en el país hace más de 50 años. Se debe al regreso de uruguayos y otros que no podían acceder y ahora lo hacen o extranjeros que vinieron a radicarse”. Para el analista “estamos en un momento de expansión de la actividad de alquileres que atempera la caída de la venta de viviendas en la costa”. Detalló que solo en 2014 uruguayos y argentinos invirtieron U$S 600 millones en viviendas para alquilar. Mientras que en los últimos siete años se colocaron U$S 4.000 millones para el mismo fin. Para comprender su dimensión, esa cifra supera las inversiones de las pasteras UPM y Montes del Plata, que alcanzan los U$S 3.000 millones. Cierres y caída De cara a la temporada de verano el negocio inmobiliario se ve complicado por el informalismo que reina en el sector, aspecto que tensa la cuerda entre los operadores constituidos y el gobierno. A dos años de redactado el proyecto de ley que regula el sector inmobiliario, no se ha votado aún a nivel legislativo. Para los operadores es una prioridad y seguirán “golpeando puertas” en el Parlamento durante la próxima legislatura. Durante el ciclo de expansión económica los operadores inmobiliarios crecieron, pero durante 2014 muchos debieron cerrar. Maldonado fue el departamento que encabezó la lista con 55 cierres de firmas. En la Costa de Oro, el presidente de la Asociación de Inmobiliarias , Ramón Villeneau, señaló que “de un total de 50 operadores cerraron cinco en 2014 debido al peso tributario”. Según Conde esto obedece a las leyes del mercado: “hay menos cantidad de operadores formales porque existe menor cantidad de operaciones, y por tanto menos rédito y eso obliga a cerrar”. Además de la baja en las ventas, el Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF) incidió en los alquileres de temporada, “donde es más fácil la clandestinidad. En cambio, en el alquiler anual es más difícil de evadir porque luego no se cuenta con las garantías judiciales pertinentes”, explicó. Por su parte, el presidente de la Cámara Uruguaya de Turismo (CUT), Luis Borsari, manifestó que hoy “el 85% del arrendamiento de temporada es informal. Vemos sus máximos exponentes en Maldonado, Rocha y Colonia. En tal sentido, casi desaparecimos del mercado del arrendamiento de temporada”, alertó. Para Borsari y el presidente de la Cámara Inmobiliaria de Maldonado, Franciso Bistiancic, el tratar de “abaratar costos y eludir comisiones” justifican el crecimiento del informalismo. Borsari advirtió que “la concientización no existe, tampoco controles, y se aplican escasas sanciones: una en 1.000. Mientras no ocurra nada sigue creciendo”. Por todo ello los operadores demandan al gobierno “menor carga tributaria, una metodología de control activa y constante”. Al tiempo que Villamide entendió necesario “bajar los costos de las transacciones para promover la formalidad en el mercado”. Hacia una ley Hace más de 27 años que los operadores luchan por contar con una ley que regule su actividad. En octubre 2012 se presentó un proyecto de ley avalado por el Ministerio de Turismo, las cámaras inmobiliarias y la Cámara Uruguaya de Turismo. Tras dos años de estudio en la Comisión de Turismo de la Cámara Baja primero, y la Comisión de Constitución y Códigos después, no se ha llegado a un acuerdo. Borsari catalogó este hecho de “ambiguo porque el partido de gobierno actual tuvo mayoría parlamentaria en dos magistraturas y va por la tercera y sin embargo no se votó aún. Vamos a seguir golpeando puertas para que sea abordado como prioritario a partir de marzo”. Conde agregó que “el proyecto es vital porque es bastante abierto y contemplativo, así como participativo porque incluye a la empresa y al operador inmobiliario en general”. Establece sanciones y reconoce como operador habilitado al que se encuentra inscripto en el Registro Nacional de Operadores Inmobiliarios, Empresas Inmobiliarias, Tasadores y Administradores. Es “abierto” porque si alguien no hizo el curso, puede contratar a un operador inmobiliario capacitado, que oficiará de asesor de la empresa. Trinidad Rodríguez Fuente: ElObservador |
viernes, 26 de diciembre de 2014
Uruguay: Inmobiliarias sobreviven y siguen esperando por su ley
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