Gran confusión en el sector inmobiliario ante la llegada de la etiqueta energética | |
Ilustración: Ulises
España ⁄ La entrada en vigor de la legislación que obliga -desde el 1 de junio- a clasificar con una etiqueta energética las viviendas que se vendan o se alquilen ha causado, como ya se esperaba, "confusión" en el sector inmobiliario y entre los usuarios. La etiqueta crea dudas sobre su funcionamiento y el recelo a un gasto añadido. [Todo lo que necesita saber sobre este nuevo certificado]
Esta certificación, exigible para todas las viviendas que se comercialicen en las distintas comunidades autónomas, a raíz de una directiva europea, clasifica los edificios de la A a la G, de mayor a menor eficiencia energética, según el consumo de energía y las emisiones de CO2. Los propietarios de pisos a la venta o en alquiler están obligados a incluir esta etiqueta en la publicidad que hagan de los mismos. Además, los edificios públicos de más de 250 metros cuadrados deberán exhibirla en un lugar visible.
Varios son los puntos aún por aclarar por las comunidades autónomas -disponen de tres meses desde el 13 de abril para elaborar su decreto autonómico al respecto-, encargadas de controlar y registrar el certificado, entre otros aspectos. Buen ejemplo de ello es País Vasco. Fuentes del Gobierno vasco han explicado que "no hay un reglamento sancionador" para quienes incumplan esta ley básica, por lo que por el momento no conllevará multas, para consuelo de los propietarios.
En este sentido, han aclarado que lo que promueve esta normativa, que es de ámbito estatal, es "reconocer el derecho del comprador o del inquilino a exigir un certificado energético", más que perseguir a los propietarios bajo amenaza de multas. Se trata, por tanto, "de promover la mejora de la eficiencia energética de los edificios", un aspecto en el que "País Vasco va por delante de otras comunidades", han subrayado.
En este sentido, han explicado que este nuevo requisito va en consonancia con la política energética del País Vasco y han recordado que próximamente se creará un registro público de certificados en el que quedará constancia de qué edificios gozan de esta etiqueta en País Vasco.
Un registro que en la Comunidad de Madrid estará habilitado a partir del lunes 3 de junio a través de su página web. El link de acceso directo al registro para la presentación de las certificaciones estará disponible en la página de inicio, en el apartado 'Lo más consultado/Trámites', y no conllevará ningún gasto para el ciudadano que utilice dicho registro.
Por último, las mismas fuentes del Gobierno vasco han recomendado a vendedores y arrendadores que antes de contratar a un profesional (arquitectos o ingenieros tanto superiores como técnicos) para que les expida la etiqueta energética contrasten varios presupuestos puesto que los precios de esta documentación no están regulados ni tasados de antemano y pueden oscilar.
La entrada en vigor de esta etiqueta ha causado "desconcierto" entre las inmobiliarias y vendedores por "la falta de información" que han recibido sobre un certificado, cuyos detalles afirman desconocer.
En declaraciones a Efe, el presidente del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Álava (Coapi), José Ricardo Arce de Anitua, ha asegurado que no han recibido ninguna comunicación del Gobierno Vasco informando sobre las características de este nuevo documento.
No obstante, ha dicho que desde las inmobiliarias están informando a los vendedores y arrendadores de la necesidad de contar con esta etiqueta pero ha advertido de que los clientes se muestran reticentes por el coste que conlleva y porque no está clara la caducidad de la certificación.
La validez máxima de la etiqueta será de 10 años, pasados los cuales tendrá que ser renovada. De media, ha precisado, costará unos 200 euros y muchos profesionales acreditados están acudiendo a las inmobiliarias para ofrecer sus servicios, dado que supone una oportunidad de negocio para ellos.
No obstante, ha explicado que son los propietarios los que tienen que contratar directamente a los profesionales acreditados. Las inmobiliarias, por su parte, tendrán que reformar sus escaparates para incluir en la información de los pisos que exponen las características energéticas de cada vivienda y lo mismo ocurrirá con las páginas web de estos establecimientos, lo que supondrá un gasto para el sector, ha señalado el presidente de Coapi.
Respecto a las viviendas que podrían necesitar mejoras energéticas, Arce de Anitua ha estimado que serán la mayoría de los pisos a la venta porque casi todos tienen más de 40 años. No obstante, ha opinado que la etiqueta energética no retraerá la venta de las viviendas más antiguas porque no hace falta un documento para saber qué mejoras energéticas necesita una casa, basta con una visita al inmueble.
Fuente: Elmundo.es
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sábado, 8 de junio de 2013
INTERNACIONALES: ESPAÑA
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