Cuotas más bajas en nuevos créditos del Banco Ciudad
La cuota por un crédito de 320 mil pesos, será de poco más de $ 2.600, lo que permite calificar además con menores ingresos. La fórmula de financiamiento se basa en una unidad de cuenta similar al modelo de la UF chilena para actualizar el capital.
Días atras el Banco Ciudad anunció una nueva línea de créditos hipotecarios la cual adopta un sistema de actualización de capital más interés fijo que posibilita reducir sustancialmente la cuota inicial del crédito y por ende la posibilidad de calificar al financiamiento hipotecario con menores ingresos demostrables.
Con la nueva línea hipotecaria por cada $100.000 de crédito, la cuota inicial sería de $820 y el ingreso mínimo familiar requerido de $2.730. El monto límite del préstamo será de 1 millón de pesos, financiando hasta el 80 % del valor de tasación de la vivienda.
El plazo máximo de financiamiento será hasta 15 años y la relación cuota e ingreso no podrá exceder al 30 % del percibido por el solicitante y su grupo familiar.
Pero lo novedoso de la línea se encuentra en el monto de la cuota y su fórmula de actualización, la que no se basa exclusivamente en tasa de interés sino que recurre a un esquema mixto de actualización de capital por índice de precios más la alícuota de interés.
El presidente del Banco Ciudad, Federico Sturzenegger fue el encargado de explicitar el nuevo sistema de crédito hipotecario “se trata de una iniciativa conjunta entre el Instituto de la Vivienda (IVC) y el Banco de la Ciudad de Buenos Aires que busca dar mayor accesibilidad al crédito para la vivienda, y este producto va permitir una revolución en el mercado hipotecario argentino. El mecanismo es muy simple, con una tasa de interés del 5% y un capital que acompaña a una canasta de bienes y servicios de consumo, elaborada por el Departamento de Estadísticas de la Ciudad de Buenos, se logra estabilizar las cuotas en términos reales, bajando sustancialmente las barreras de acceso (relación cuota ingreso). De esta manera el costo financiero se torna accesible a los trabajadores: la cuota al inicio no podrá superar el 30% del salario del grupo familiar y nunca en la vida del crédito superará el 40%, dando seguridad a los tomadores sobre la factibilidad de pago de sus cuotas. Un factor clave del programa es que las familias pagan una cuota que se mantiene en línea con la evolución de sus ingresos a lo largo de todo el crédito, lo que permite alcanzar niveles de tasas muy accesibles, incluso en un contexto de alta inflación como el actual, que dificulta el acceso al crédito hipotecario y la compra-venta de viviendas.” señaló el titular del Banco Ciudad.
Además, se informó que próximamente se estará presentando en el Congreso un proyecto de ley para la creación de una Unidad de Cuenta Estable.
Dicha unidad de cuenta estable acompaña la canasta 5 del IPC de la ciudad de Buenos Aires, la cual considera principalmente la evolución de los costos de supermercado, alquiler y servicios públicos. Si bien en nuestro país no hay hoy antecedentes, el sistema con cuenta estable está probado con gran éxito sobre todo y desde hace años en Chile, tanto es así que en ese país las propiedades se publican y tasan directamente en UF que son las iniciales de “Unidad de Fomento” que es la unidad de medida de valor de casi todas las operaciones inmobiliarias.
Mediante el nuevo esquema propuesto por tomar un crédito del 80 % del precio de la compra de un departamento de dos ambientes de unos 45 m2. en un barrio medio de la ciudad como Almagro se debería pagar una cuota inicial del orden de los 4.500 pesos, reduciendo sustancialmente el monto mensual a pagar con relación a toda la oferta de créditos hipotecarios disponibles en el sistema financiero para compra de viviendas en la ciudad.
El esquema de financiamiento se basa en un aporte inicial el IVC (Instituto de la Vivienda de la Ciudad) de 200 millones de pesos. En una segunda etapa el IVC emitirá certificados de participación, ofreciendo a inversores un título que se ajustará según la evolución de la inflación, asegurando a los inversores una opción de rendimiento interesante, dado que las tasas de interés reales son negativas. Esta estructura garantizaría la sustentabilidad de la línea hipotecaria a largo plazo.
El mecanismo resulta adecuado para no supeditar la sustentabilidad del financiamiento sólo a tasas de interés que resultan elevadas en función de altos índices de inflación general que limitan así la accesibilidad a este apoyo crediticio tan necesario. El concepto que adopta el nuevo plan del Ciudad es una vieja aspiración de la Asociación de Empresarios de la Vivienda (AEV) que analizó, estudio y difundió tanto en ámbitos públicos como privados este tipo de esquema de financiamiento como un medio real, lógico y perdurable en el tiempo para mejorar la accesibilidad a la vivienda, mientras tanto no se resuelva la causa de fondo: la inflación.
Con la nueva línea hipotecaria por cada $100.000 de crédito, la cuota inicial sería de $820 y el ingreso mínimo familiar requerido de $2.730. El monto límite del préstamo será de 1 millón de pesos, financiando hasta el 80 % del valor de tasación de la vivienda.
El plazo máximo de financiamiento será hasta 15 años y la relación cuota e ingreso no podrá exceder al 30 % del percibido por el solicitante y su grupo familiar.
Pero lo novedoso de la línea se encuentra en el monto de la cuota y su fórmula de actualización, la que no se basa exclusivamente en tasa de interés sino que recurre a un esquema mixto de actualización de capital por índice de precios más la alícuota de interés.
El presidente del Banco Ciudad, Federico Sturzenegger fue el encargado de explicitar el nuevo sistema de crédito hipotecario “se trata de una iniciativa conjunta entre el Instituto de la Vivienda (IVC) y el Banco de la Ciudad de Buenos Aires que busca dar mayor accesibilidad al crédito para la vivienda, y este producto va permitir una revolución en el mercado hipotecario argentino. El mecanismo es muy simple, con una tasa de interés del 5% y un capital que acompaña a una canasta de bienes y servicios de consumo, elaborada por el Departamento de Estadísticas de la Ciudad de Buenos, se logra estabilizar las cuotas en términos reales, bajando sustancialmente las barreras de acceso (relación cuota ingreso). De esta manera el costo financiero se torna accesible a los trabajadores: la cuota al inicio no podrá superar el 30% del salario del grupo familiar y nunca en la vida del crédito superará el 40%, dando seguridad a los tomadores sobre la factibilidad de pago de sus cuotas. Un factor clave del programa es que las familias pagan una cuota que se mantiene en línea con la evolución de sus ingresos a lo largo de todo el crédito, lo que permite alcanzar niveles de tasas muy accesibles, incluso en un contexto de alta inflación como el actual, que dificulta el acceso al crédito hipotecario y la compra-venta de viviendas.” señaló el titular del Banco Ciudad.
Además, se informó que próximamente se estará presentando en el Congreso un proyecto de ley para la creación de una Unidad de Cuenta Estable.
Dicha unidad de cuenta estable acompaña la canasta 5 del IPC de la ciudad de Buenos Aires, la cual considera principalmente la evolución de los costos de supermercado, alquiler y servicios públicos. Si bien en nuestro país no hay hoy antecedentes, el sistema con cuenta estable está probado con gran éxito sobre todo y desde hace años en Chile, tanto es así que en ese país las propiedades se publican y tasan directamente en UF que son las iniciales de “Unidad de Fomento” que es la unidad de medida de valor de casi todas las operaciones inmobiliarias.
Mediante el nuevo esquema propuesto por tomar un crédito del 80 % del precio de la compra de un departamento de dos ambientes de unos 45 m2. en un barrio medio de la ciudad como Almagro se debería pagar una cuota inicial del orden de los 4.500 pesos, reduciendo sustancialmente el monto mensual a pagar con relación a toda la oferta de créditos hipotecarios disponibles en el sistema financiero para compra de viviendas en la ciudad.
El esquema de financiamiento se basa en un aporte inicial el IVC (Instituto de la Vivienda de la Ciudad) de 200 millones de pesos. En una segunda etapa el IVC emitirá certificados de participación, ofreciendo a inversores un título que se ajustará según la evolución de la inflación, asegurando a los inversores una opción de rendimiento interesante, dado que las tasas de interés reales son negativas. Esta estructura garantizaría la sustentabilidad de la línea hipotecaria a largo plazo.
El mecanismo resulta adecuado para no supeditar la sustentabilidad del financiamiento sólo a tasas de interés que resultan elevadas en función de altos índices de inflación general que limitan así la accesibilidad a este apoyo crediticio tan necesario. El concepto que adopta el nuevo plan del Ciudad es una vieja aspiración de la Asociación de Empresarios de la Vivienda (AEV) que analizó, estudio y difundió tanto en ámbitos públicos como privados este tipo de esquema de financiamiento como un medio real, lógico y perdurable en el tiempo para mejorar la accesibilidad a la vivienda, mientras tanto no se resuelva la causa de fondo: la inflación.
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