La ubicación es fundamental para que un comerciante decida si va o no en uno de estos proyectos. La capacidad adquisitiva de los clientes, es clave. Foto: Archivo particular
Al oído de las grandes marcas del país llegan por estos días propuestas de más de 130 proyectos de centros comerciales, la mayoría en sitios que hasta hace unos años eran impensables. Riohacha, Popayán, Villavicencio, Neiva, Valledupar, Fusagasugá, La Ceja (Antioquia), son algunos de los puntos en la mira de desarrolladores, constructoras y comerciantes. Eso, sin contar con proyectos que están por consolidarse en Bogotá, Barranquilla, Cartagena y Cúcuta, por ejemplo. En Popayán, la firma Procal considera la apertura de un centro comercial con el nombre Terra Plaza, una marca pensada para extender en varias ciudades intermedias del país. Igualmente, se anuncian Delacuesta Centro Comercial en Bucaramanga, Mayales Plaza Comercial y Guatapurí Plaza Comercial en Valledupar y Santalucía Plaza en Neiva. También están en lista Primavera Urbana en Villavicencio y Tennis Park Plaza en Cúcuta. Y Ospinas prepara para finales de este mes Bocagrande Plaza. La firma Pedro Gómez sigue extendiendo sus formatos Micentro y Unicentro, al tiempo que el Grupo Éxito hace una apuesta grande con su marca Viva. En Cali, también hay proyectos en marcha. Hace una semana se anunció Paraíso Centro Comercial que irá vinculado a un proyecto de modernización urbana en la ciudad. Igualmente, se proyecta Villa Nueva Plaza que quiere aportar a mejorar la calidad de vida de los pobladores de la deprimida zona de Aguablanca. Representantes de marcas comerciales de renombre reconocen que la oferta de centros comerciales ya les ha obligado a ser mucho más selectivos a la hora de elegir a dónde abrir locales. “Algunas ciudades, en nuestro concepto tienen una saturación. Existe una sobre oferta de centros comerciales y eso respondería más al interés de los inversionistas que al interés de los comerciantes”, anotó un ejecutivo cercano a grandes marcas, al admitir que no todos los proyectos que les plantean son ganadores y entran a revisión. Lo que se hace evidente es la regionalización y la mayor dinámica en ciudades pequeñas, gracias a que ha mejorado la capacidad adquisitiva de los consumidores. En el devenir del negocio, los expertos también han detectado que a nivel nacional muchas constructoras se han enfocado en los mismos mercados sin tener en cuenta la real necesidad del comercio local, haciendo que muchos proyectos se ofrezcan al mismo tiempo, en una clara muestra de sobreoferta de estos complejos. Para los desarrolladores, la tarea de sacar adelante proyectos no es fácil porque tienen que ser cada vez más creativos para conquistar a los comerciantes e inversionistas.
El empresario Juan Manuel Canales, cabeza de Canales Desarrolladores explica que “tenemos que hacer que esos comerciantes lleguen a comprar tanto como sea necesario para desarrollar el proyecto”. Y añade que hay que ser creativos cuando se propone un centro comercial entre tantos para establecer la diferencia.
Canales cree que, ahora, Paraíso Centro Comercial es atractivo en la medida en que hace parte de un proyecto de renovación urbana del centro de la capital del Valle.
PERCEPCIÓN DE LOS COMERCIANTES SOBRE EL AUGE DE LOS PROYECTOS
Mery Valencia, gerente de expansión de la firma Pat Primo destaca que lo más importante es ver que el país está en franco crecimiento y todos están mirando hacia él.
“El comercio y las marcas tenemos que llegar a las ciudades intermedias y llevarle ese servicio a muchas personas que por su trabajo diario no puede ir a una ciudad capital o a una ciudad cabecera. Lo más importante es que de la mano de los desarrolladores y con los constructores hagamos del lugar, el centro comercial de la ciudad”.
Pat Primo está en la mayoría del país con Facol, Pat Primo y Seven Seven.
A su turno, Guillermo Barreto, gerente general en Colombia de Payless ShoeSource dice que la llega de la marca a las regiones es una oportunidad.
“Sobre todo porque hablando de precios, en Bogotá el tema está realmente por las nubes, con valores por metro cuadrado por encima de los promedios internacionales”, explica.
Cree que las regiones generan menores costos, clientes que buscan mejores oportunidades y personal más comprometido con las empresas.
La clase media en Colombia ha evolucionado, el poder adquisitivo ha subido y eso ha permitido que esas personas ya tengan acceso a estos productos a muy buenos precios también, comenta Barreto.
Constanza Gómez G.
Economía y Negocios
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miércoles, 15 de octubre de 2014
Colombia: Hay 130 proyectos de centros comerciales
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