La mañana es un momento del día muy duro para algunos, pero muy productivo para otros. Aprenda cómo comenzar el día lleno de energía ¡y con ganas de conquistar el mundo!
Ponga el despertador fuera de su alcance
“5 minutos más”, “no me quedaré dormido”: que estas frases desaparezcan. Elimine la posibilidad de apagar o retrasar el despertador. Colóquelo a una distancia que lo obligue a salir de la cama para apagarlo. Una vez que salga de la cama, disminuye mucho la tentación por volver a envolverse en las sábanas.
Cada vez que atrasa el despertador, cada vez que grega “5 minutos más” a su sueño, no solo pierde tiempo valioso de la mañana, se está auto-contagiando con una alergia de pereza y desgano que le va a costar eliminar por un buen rato. Además, aumenta las probabilidades de que llegue tarde a su trabajo.
Desperezarse una sola vez
Una vez que se incorporó, tómese tiempo para desperezarse una vez… ¡una sola vez! Es mucho más eficiente comenzar a mover los músculos y articulaciones que seguir desperezándose. Al moverse, aumenta la velocidad con la que el cuerpo se activa.
Una buena opción es salir de la cama, y comenzar a mover las articulaciones, acompañando con suaves estiramientos que preparan sus músculos para un largo día de mucha productividad.
Mucho aire y luz
Deje que el aire y la luz penetren en su habitación, para que le den un golpe de energía instantáneo. La oscuridad y el calor concentrado le van a provocar ganas de volver a su cama. Abra las ventanas, corra las cortinas, y tómese unos segundos para respirar el aire fresco que ingresa en forma de corriente. Mire un rato hacia afuera, y comience a adaptar sus ojos a la luz del día.
Música
También es muy recomendable poner música de fondo. Obviamente conviene poner música que le guste, y que le dé fuerza y motivación para comenzar el día con sentimientos positivos. Depende de cada persona, pero la música con ritmos más movidos van a transmitir la energía positiva que necesita al comienzo del día. ¡Guarde los lentos para la noche!
Otra opción es utilizar la misma música como despertador. La mayoría de teléfonos móviles traen ésta función incorporada. ¡Qué mejor que empezar el día con la música que usted mismo elige!
Tome una ducha o lávese la cara
Una ducha puede ayudarle a despertar de forma repentina. Los sentidos se activan, y el cerebro se aclara. Si no tiene tiempo, considere aunque sea enjuagarse la cara dos o tres veces seguidas. Si es de los que le gusta irse a dormir duchado, puede probar con meterse bajo el agua en la mañana, sin necesidad de ducharse otra vez.
La ducha también es una buena oportunidad para realizar los movimientos de articulaciones y estiramientos para iniciar el día.
Beber agua
Probablemente haya escuchado por ahí que es muy importante consumir al menos 2 litros, ocho vasos u “equis” cantidad de agua al día. Eso es cierto, pero lo que no le dicen, es que también es muy favorable consumir agua apenas se despierta, antes que ingerir cualquier otro alimento o bebida.
El ingreso de agua en nuestro cuerpo reactiva la circulación, y le avisa al cuerpo que se prepare para afrontar un nuevo día, recibiendo alimentos y aportando energía a los músculos. Al mismo tiempo, comienza con el pie derecho en su intención de cumplir con los dos litros diarios.
Buen desayuno
Luego del agua, su cuerpo le pedirá los nutrientes necesarios. Existen muchas teorías de qué conviene consumir en la mañana, y dejaremos ese debate para los blogs especializados. Lo que sí es universal, es que siempre hay que incluir frutas en el desayuno. Aportan azúcares y nutrientes sanos para tener más energía durante el día. Obviamente se deben consumir más frutas (y también verduras) durante el resto del día.
Comparta tiempo con su familia
Si vive en familia, aproveche la mañana para compartir un tiempo con ellos. Pasamos gran parte de nuestra vida trabajando o durmiendo, por lo que es importante aprovechar al máximo los momentos que quedan para compartir con los seres queridos.
Hable con su esposa, juegue con sus hijos, acaricie a su mascota. Un forma sencilla de lograr esto es establecer que la familia debe desayunar unida cada mañana. O al menos, si es imposible, durante los domingos u otro día.
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