Hoy voy a contar no una anécdota sino la realidad diaria de cantidad de personas que lamentan, de una u otra forma, tener más de 40 años y quedarse sin empleo, para muchos la vida se paraliza, pensamos que no nos está pasando y que es a otra persona la que está viviendo esa situación…luego reaccionas y te das cuenta que debes de pasar página y dar el primer salto.
Definitivamente se acaban las lamentaciones y actuamos…
Cuando aceptamos esto, es cuando realmente empieza nuestro camino hacia la verdadera reorientación profesional.
Ahora, la crisis de los 40, es otra. Para muchos comienza cuando, con esa edad, te quedas sin empleo, tras haber tenido una larga y prometedora trayectoria en una o varias empresas.
De pasar de tener personas a tu cargo, manejar importantes presupuestos y tomar decisiones de importancia, que han afectado el porvenir de la empresa, a estar un buen día en la calle.
Llegando a este punto la situación es normal, eso si el mercado laboral absorbiese todo este excedente de personal, cosa que actualmente no ocurre y no es solamente esta situación sino que, parece que, a la hora de buscar empleo, tener experiencia para muchos empleadores parece no tener relevancia…que paradoja… y lo que ellos buscan es la experiencia.
Ante esta situación, es muy normal tener miedo. Yo lo he sufrido…. Y, lo que primero piensas es qué va a ser de ti y de las personas que dependen de ti. Tu familia, tus hijos,… tienes esa sensación de haberles fallado, cuando verdaderamente no ha sido así.
Por tanto, hay que buscar la lucidez y, darse cuenta que, 20 años de experiencia no pueden ser tirados a la basura así como así, que deben tener su valía en el mercado. Por lo que habrá que ponerse en pie, sacar al “profesional” que tenemos dentro y “ponernos nuevamente en valor”, aprovechando todos los recursos que hemos ido adquiriendo durante esos largos años de experiencia.
Posiblemente, tengamos que reciclarnos y re-orientarnos, como en otras ocasiones hemos hecho en las compañías a las que hemos prestado nuestros servicios. Aunque, esta vez, lo haremos para nosotros y no para otros.
Para ello, quiero compartir con ustedes algunos aspectos que deben considerar:
– Vence tus miedos. El miedo de paraliza y en esos momentos es lo que debes evitar a toda costa.
– Asumamos nuestra edad. La edad no se puede esconder ni borrar, usemos aquellos aspectos positivos que hemos ganado con la edad. Rejuvenezcamos nuestra mente.
– Nadie tiene la culpa. Dejemos de echarle la culpa a terceros, por ej, gobierno, corrupción, recursos humanos, empresas. Nadie nos va a sacar de esta situación, sino nosotros mismos.
– Define hacia dónde vas. Quiero seguir haciendo más de los mismo? Quiero cambiar a otro tipo de empleo? Trabajo por cuenta propia? Estoy buscando un empleo fijo? Piénsalo con calma.. pero la decisión que tomes alcánzala…es muy importante que hagas foco, sino lo haces no avanzaras.
– Autoanalízate. Investiga las demandas que hay en el mercado actual y mira si tú tienes lo que ellos buscan. Posiblemente tendrás que invertir en formación para ponerte al día que aspectos que tu habías descuidado por estar ocupado mientras estabas trabajando.
– Define tu marca personal. Con lo cual, deberás analizar lo que vendes. Para ello, lo más recomendable es que diseñes tu propio “plan de empresa personal”.
– Demuestra cuál es tu valor. Para ello, deberás diseñar un plan de marketing personal, principalmente pensado en hacerte más visible y valorable por el mercado. Para ello, las herramientas de Internet: buscadores, portales, páginas webs de empresas, redes profesionales y sociales, van a servir de mucha ayuda, tanto por el aspecto de la comunicación, como por las relaciones públicas.
– Literalmente “véndete” . Empieza a darte conocer, busca entrevistas, busca prescriptores que hablen de ti y te abran puertas, desempolva la agenda y ponte a vender, que es lo que mejor se te debe dar si quieres volver a estar en el mercado.
– Ponte al día. Tal vez hace mucho tiempo que no hacías un currículum o que te enfrentabas a una entrevista. Posiblemente tengas un buen nivel de inglés, pero nunca hayas tenido una entrevista para una empresa internacional.
Cuentas con un perfil en Linkedin, pero nunca lo has dinamizado. Pues es el momento de ponerse al día.
– Si ves que solo no puedes, pide ayuda, en ocasiones es buena solución. Por lo menos en los primeros pasos. Busca profesionales en re-orientación que te pongan a trabajar y ayuden a esclarecer hacia dónde ir, por dónde tirar. Vas a perder menos tiempo y conseguirás que te establezcan un ritmo, uno de los aspectos que más cuestan al principio.
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