INTERNACIONALES: ARGENTINA

Aceptando la realidad

Luego de diecisiete meses de cepo cambiario el sector ya aceptó que el mercado pasa por uno de los peores momentos de la historia. Ahora el desafío es cómo seguir.

 

Finalizando el año 2011 cuando preguntábamos a operadores y desarrollistas cómo podía impactar la medida del cepo cambiario eran pocos los que se animaban a decir lo que se avecinaba, a pesar de que desde un inicio los más avezados ya lo intuían, pero es verdad que el mercado venía con una inercia que hacía que hasta el más realista girara la cabeza hacia otro lado.

Llevó muchos meses para que el sector comience a aceptar que las restricciones cambiarias iban a causar una fuerte caída en la demanda debido a la baja predisposición de los vendedores a aceptar pesos. La demanda con pesos estaba, siempre estuvo, pero no encontraban respuesta del otro lado, salvo en algunos casos con desarrollos desde el pozo y siempre entrando desde sus inicios.

Esta baja predisposición a la venta en pesos se fue acentuando con el correr del tiempo, a medida que la brecha entre el dólar oficial y el paralelo se fue ampliando. Recién durante el inicio del segundo semestre del 2012 algunos se animaron a predicar lo que se venía, aunque en algunos casos se encontraron con públicas represalias, hecho que aminoró el ritmo de las críticas a la medida cambiaria. Mientras tanto ya se observaba en las estadísticas que la escases de dólares estaba calando fuerte en la actividad.

Tuvieron que pasar diecisiete meses para que ya todos, desarrollistas, comercializadores, escribanos, constructores y profesionales del sector se expresen u opinen a viva voz diciendo que el mercado transita por uno de sus peores momentos a pesar de que se supieron “esconder” algunas cifras que mostraban la caída en las compraventas.

Desde hace tres o cuatro semanas los medios estuvieron plagados de notas y entrevistas en las que se habla ya de la realidad por la que atraviesa la actividad inmobiliaria y de la construcción privada. Y no es para menos.

Seguramente todos debamos hacer un “mea culpa” para entender por qué se dejaron pasar diecisiete meses para que esta realidad se muestre abiertamente. Allá por octubre-noviembre del 2011 era claro lo que se avecinaba en un mercado que se rige desde hace 40 años en moneda dólar mayoritariamente.

Hoy, por lo menos con la realidad ya aceptada hay que ver cuál es el siguiente paso a dar ya que siguen sin escucharse propuestas para salir del atolladero; y la realidad es que es difícil imaginar una salida a corto-mediano plazo. Si diecisiete meses no sirvieron para que el mercado se adapte a operar en pesos, porqué se puede suponer que sí lo va a hacer en otros diecisiete meses más?. Si los propietarios no estuvieron dispuestos a bajar los valores en diecisiete meses, por qué lo van a hacer durante los próximos diecisiete meses?. Si los costos de construcción vienen subiendo a un fuerte ritmo, por qué no van a seguir subiendo?.

Luego de aceptada la realidad ahora quedan muchas incógnitas por develar. Si la realidad hubiera sido aceptada antes tal vez ya estaríamos en estos momentos transitando por el camino de las soluciones.

Fuente: ReporteInmobiliario.com