Vivienda social será insuficiente para evitar caída en construcción | |
elobservador.com.uy
Uruguay ⁄ Un contexto regional e internacional que aprieta y una realidad local que corre a menor velocidad impactará sobre la construcción y los negocios inmobiliarios, que no se verán compensados con los proyectos de viviendas de interés social en ejecución y que entrarán al mercado el año que viene.
En el evento regional Uruguay Real Estate que comenzó ayer en el Latu sobre negocios e inversiones en el sector inmobiliario, el economista Pablo Rosselli aseveró que hay “signos de desaceleración” en el sector, producto en buena medida de lo que “ocurre en Argentina” y por la finalización de las obras de Montes del Plata, la planta de celulosa que se levanta en Colonia y que entrará en funcionamiento en la segunda mitad de este año. “Esta desaceleración, probablemente, será más marcada en los compradores de ingresos altos. Si no tenemos indicios de nuevos proyectos, y quizás no se produzcan, vamos a tener un sesgo negativo para la actividad en 2014”, dijo el socio de Deloitte y responsable del área de asesoramiento financiero de la firma. El experto hace un ajuste a la baja respecto a la evolución de un sector que el año pasado se expandió 20%, “el año récord de la construcción”, según Rosselli, y que en promedio desde 2004, creció a una tasa anual promedio de 7%, con un “impulso muy fuerte de la inversión privada”. Si se toma en cuenta la incidencia de Montes del Plata, la construcción caerá este año 8,3%; sin este emprendimiento, el sector mostrará un leve incremento de 1%, por debajo del 5% de 2012. En ese sentido, el economista ve a la vivienda de inversión social como una “oportunidad”, pero que no disimulará la merma de la actividad ni los altos costos de la construcción. “Con costos crecientes para desarrolladores e inmobiliarias, los márgenes son muy ajustados, eso limita la capacidad de explotar la ley de interés social. Lo que va a terminar de ocurrir es que los inversores van a sentir un poco de incertidumbre a la hora de evaluar y de llevar adelante los proyectos”, dijo Rosselli. La legislación de vivienda de interés social, según la Agencia Nacional de Vivienda (ANV) –organismo que la regula–, promueve la inversión privada en construcción, refacción o ampliación de un mínimo de dos hasta 100 viviendas por padrón, tanto para la venta como para el alquiler. El objetivo es facilitar el acceso a una casa a sectores de ingreso medio y medio bajo. El negocio se hace atractivo para el inversor porque presenta exoneraciones impositivas. Hasta el momento, de acuerdo a la ANV, hay 162 proyectos ingresados que significan 5.500 viviendas, la mayoría en Montevideo. Eso implica una inversión superior a los US$ 500 millones que, según los operadores del sector, la mitad proviene de inversores foráneos. Además de alentar la compra de la población con ingresos medios, apunta a fortalecer barrios –alejados de la costa– donde llevaban décadas sin remozarse. “Las torres más suntuarias crecieron muy fuerte, 80%, mientras que las más económicas un 30% en el período 2004-2012. Parece que desde ese punto de vista la ley (de vivienda de interés social) llega en un buen momento. Da la impresión de que la franja costera de Montevideo está bastante sobre ofertada. De todos modos, es muy probable que la construcción pierda volumen de negocios; no parece que la vivienda de interés social sea suficiente para frenar el descenso en otras construcciones”, aseveró el socio de Deloitte. Baja en obreros En la actualidad se registra también un récord de ocupación, con un total de 73.054 obreros anotados en el Banco de Previsión Social (BPS), según la Cámara de la Construcción. Rosselli explicó que seis años atrás había la mitad de esos trabajadores, lo que ha generado “muchísimas dificultades” de entrenamiento de operarios. “Ese nivel extraordinario de la construcción viene de la mano de costos muy altos. Los costos medidos en términos reales acumulan una suba de 30% desde 1999, desde antes de la crisis de 2002. Si lo medimos en dólares los costos subieron mucho más. Y volverán a subir en 2013, a razón de 3% en términos reales, 16% en dólares. Esa suba de costos tiende a presionar al alza las viviendas. Algunos desarrolladores dicen que mientras los costos sigan subiendo los precios de los proyectos no podrán bajar; pero otros aseguran que si siguen subiendo, la demanda se puede resentir”, se explayó Rosselli. De acuerdo a un informe de la Cámara de la Construcción divulgado el mes pasado, el sector reportará este año un recorte de entre 5.000 y 6.000 empleos. La gremial estima que en octubre de 2013, la construcción demandará un estimado de 66.515 trabajadores, lo que representa un descenso de 7,7% respecto a igual período del año pasado. Los empresarios esperan un cambio en la composición de la demanda para esta temporada, con un mayor peso de la obra pública y de los proyectos de infraestructura. Maldonado acusa el impacto argentino Como consecuencia de las restricciones argentinas para sacar dólares, al menos una docena de proyectos inmobiliarios en Maldonado están detenidos por falta de fondos, informó ayer Radio Uruguay. El presidente del Sunca de ese departamento, Washington Pintos, dijo que hay más de 2.200 obreros en seguro de paro y aseguró que esto obedece a las medidas económicas adoptadas por el gobierno de Argentina. Según Pintos, hay proyectos parados bastante avanzados que están a la espera de “fondos frescos” para reactivarse. Maldonado es el principal receptor de inversiones inmobiliarias de capitales argentinos.
Fuente: elobservador.com.uy
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viernes, 24 de mayo de 2013
INTERNACIONALES: URUGUAY
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